PITTSBURGH, EEUU, 27 oct (Reuters) - Un hombre armado que gritaba "todos los judíos deben morir" irrumpió el sábado en una sinagoga de la ciudad estadounidense de Pittsburgh durante un servicio religioso, matando al menos a 11 fieles antes de ser arrestado.
"Es una escena de crimen muy horrible, una de las peores que he visto", dijo el director de seguridad pública de Pittsburgh, Wendell Hissrich, en una conferencia de prensa cerca del lugar del ataque.
"Esto cae en la categoría de un crimen de odio", agregó Hissrich, que destacó que la comunidad local no está bajo amenaza en estos momentos y que el atacante fue llevado al hospital.
La cadena de televisión KDKA citó a fuentes policiales diciendo que el hombre armado entró a la sinagoga gritando: "Todos los judíos deben morir".
En el ataque, tres policías recibieron disparos y uno resultó herido por metralla, dijo en un correo electrónico la portavoz del condado de Alleghany, Amie Downs, que agregó que algunos de los heridos están graves.
Dos fuentes identificaron al sospechoso como Robert Bowers, un hombre de Pittsburgh de 46 años.
Una publicación en las redes sociales de Bowers dice que a la Sociedad de Ayuda para Inmigrantes Hebreos, una organización de refugiados judíos, "le gusta atraer invasores para matar a nuestra gente. No puedo sentarme y ver cómo matan a mi gente".
El comentario se publicó en Gab, una red social con sede en Filadelfia, creado como una alternativa a Twitter. En un comunicado, Gab.com confirmó que el perfil pertenece a Bowers.
"Gab tomó medidas rápidas y proactivas para ponerse en contacto con la policía de inmediato", dijo la red social. "Primero hicimos una copia de seguridad de todos los datos de la cuenta y luego procedimos a suspenderla. Posteriormente contactamos al FBI y le informamos sobre esta cuenta y los datos de usuario que tenemos en nuestro poder".
El ataque, para el cual Bowers habría usado un rifle semiautomático AR-15, provocó alertas de seguridad en los templos de todo Estados Unidos. El hecho se produce tras una serie de paquetes bomba enviados en los últimos días a importantes figuras políticas, en su mayoría demócratas, entre ellas el expresidente Barack Obama.
La sinagoga Árbol de la Vida -ubicada en el barrio de Squirrel Hill, un área densamente poblada por judíos- estaba celebrando un servicio religioso al momento del tiroteo.
Poco después de conocerse los informes del hecho, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo en Twitter que estaba siguiendo el desarrollo de una situación que calificó como "devastadora".
Más tarde, Trump dijo a periodistas que los asesinatos podrían haberse evitado si hubiera habido un guardia armado en el edificio.
"Si tuvieran algún tipo de protección dentro del templo tal vez la situación podría ser diferente. No lo hicieron", dijo el mandatario cuando se le preguntó sobre un posible vínculo del hecho con las permisivas leyes sobre control de armas de fuego en Estados Unidos.
Escrito por Alex Dobuzinskis. Editado en español por Pablo Garibian y Rodrigo Charme.
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