Este lunes, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel abandonó Corea del Norte, luego de una despedida por todo lo alto. Los funcionarios de ese país le organizaron el llamado festejo Arirang, un espectáculo de gimnasia popular masiva de casi cien minutos de duración.
“El encantamiento mágico y amistoso cautivó también al anfitrión del gobernante de la isla, el líder norcoreano Kim Jong-un”, ha destacado Prensa Latina, que ha calificado el evento de “mítica y singular magia regalada a Díaz-Canel”.
El espectáculo incluyó manifestaciones deportivas, acrobáticas, musicales y teatrales, todo ello con la ayuda de una "pizarra humana", así como la utilización de recursos pirotécnicos y hasta de drones luminosos.
Durante el acto se intercaló la proyección de imágenes de Fidel Castro, Kim Il Sung, Raúl Castro y Kim Jong Il, así como de Díaz-Canel y de Kim Jong-un.
“Argumentos políticos presentados de manera amena”, destaca el citado medio, y alude a la presencia de “textos amistosos y de camaradería” a lo largo de todo el evento.
No faltó tampoco la música tradicional local combinada con sonidos europeos y con la mítica La Guantanamera.
También se escuchó en el estadio Primero de Mayo -el mayor del mundo según la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA)- el Himno del 26 de Julio.
El sucesor de Raúl Castro, Miguel Díaz-Canel y su esposa, Lis Cuesta Peraza, arribaron el pasado domingo a Corea del Norte, donde fueron recibidos por Kim Jong-Un, quien les preparó una bienvenida multitudinaria en el aeropuerto y en las calles de Pyongyang, al estilo de las que se organizaban en Cuba en los años 70 y principios de los 80 del pasado siglo para recibir a líderes mundiales.
En declaraciones recogidas por la agencia norcoreana de noticias KCNA, durante el encuentro que mantuvo con el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, el líder norcoreano Kim Jong-un aseguró que Cuba y Corea del Norte se encuentran "en la misma trinchera en la lucha por defender su soberanía y dignidad".
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