Un grupo de refugiados cubanos se ataron en la cerca que tiene la sede de ACNUR en Trinidad y Tobago.
Se trata de un nuevo acto de protesta de estos migrantes, que en las últimas horas ya organización similares actos en los aledaños de las oficinas de la ONU.
En las imágenes se les puede ver a todos ellos con sus manos atadas a la estructura metálica.
En las últimas horas una mujer sufrió un infarto tras pasar dos días en la cola de ayuda de la Agencia de la ONU para los Refugiados. Hasta el momento se desconoce la identidad de la mujer, que tuvo que ser atendida por los servicios sanitarios.
Muchos de los usuarios que protestan tienen el estatus de refugiados y exigen que los realojen en otros países porque llevan hasta cinco años en esta nación sin que sus hijos puedan acceder a la Educación.
Las limitaciones también afectan a sus posibilidades económicas, puesto que tampoco tienen permitido trabajar.
Las donaciones de los cubanos de Miami, los cuales envían dinero para que puedan comprar comida, y la solidaridad de hindúes de Trinidad y Tobago se han convertido en sus mejores aliados para sobrevivir.
Pese a todo las escenas de cubanos durmiendo en las calles del país, luego de que ACNUR les cancelara la ayuda, se han convertido en habituales.
"Tuvimos que acudir a la penosa necesidad de plantar aquí, frente a ACNUR, porque quedamos sin dinero y, por consiguiente, sin techo", relató el pasado 3 de noviembre Yaneisy Santana, la madre de los tres niños de 10, 4 y dos años de edad.
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