Aunque la retirada total de los médicos cubanos de Brasil debe terminar en el próximo mes de diciembre, otros 2.000 profesionales podrían permanecer en el país sudamericano debido a vínculos personales, según declaraciones de una fuente diplomática carioca a la agencia AFP.
Este miércoles la Isla anunció la retirada de su personal del Programa Mais Médicos, como respuesta a las declaraciones del presidente Jair Bolsonaro de que solo permitiría que los cubanos se quedaran si su gobierno les permitía cobrar el salario íntegro, traer a su familia y someterse a un examen de reválida.
Durante estos cinco años del Programa, en los que han participado unos 20.000 colaboradores cubanos, no son pocos los que crearon relaciones afectivas que ahora les permitirían quedarse legalmente en Brasil.
El gobierno cubano restringía las relaciones amorosas entre cooperadores y extranjeros, y obligaba a los primeros a pedir autorización a los jefes de la misión para casarse, permiso que podía tardar varios meses.
Los que obviaran ese requisito enfrentaban como castigo sanciones disciplinarias que iban desde una simple advertencia, la reducción del 20% del salario anual y, en última instancia, la expulsión del Programa, lo cual los forzaba a volver a Cuba.
Un reportaje realizado en 2015 por la revista semanal brasileña Veja, daba cuenta de varios matrimonios entre cubanos y ciudadanos locales, algunos de los cuales fueron presididos incluso por autoridades de los gobiernos y hasta por alcaldes.
Un juez de la rama civil, quien otorgó su aval a una de estas uniones, expresó en ese momento que las restricciones impuestas por el régimen comunista derivaban de un contrato particular de los médicos con una empresa estatal vinculada al Ministerio de Salud Pública.
Dicho contrato no podía superponerse a las leyes brasileñas, por tanto, no era capaz de “sustraer del contratante la capacidad de practicar actos de la vida civil” ni ser valorado como una causa “impeditiva del matrimonio”.
Cinco años después de su inicio, Cuba organiza la retirada de miles de profesionales a razón de un vuelo diario, a partir del 25 de noviembre y hasta el 25 de diciembre, un plan que está siendo traumático para los cooperantes.
Por el momento, este miércoles 196 especialistas llegaron a La Habana, luego de tres años de trabajo, y fueron recibidos por el viceministro de Salud Pública, en un acto con un claro matiz político.
Por su parte, Bolsonaro ha anunciado que otorgará asilo a los médicos que lo soliciten. Mientras, en La Habana, las autoridades el sector continúan su habitual discurso de que los cooperantes no fueron a Brasil a buscar trabajo, sino a cumplir una misión.
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