Juan Guaidó, el autoproclamado presidente interino de Venezuela, es hijo de un emigrante venezolano, taxista en España. Él mismo se lo contó al presidente español, Pedro Sánchez, cuando éste le llamó desde Davos para decirle que reconocía a la Asamblea Nacional Venezolana, pero no daba el paso de reconocerlo como presidente interino del país.
El diario El Mundo localizó en la zona hippie de Tenerife, Canarias, a Wilmer Guaidó, padre del joven de 35 años que ha sido respaldado por Estados Unidos, Canadá, Brasil, Israel... como presidente interino de Venezuela.
Wilmer cuenta que vive con el susto en el cuerpo porque es consciente del peligro que corre su hijo. Todos los días se escriben por WhatsApp y es a través de mensajes que le envía ánimos: "¡Siempre adelante, hijo!", le dice.
El padre de Juan Guaidó era piloto de avión en Venezuela y llegó a España en 2003 huyendo de las políticas de Hugo Chávez y luego de que quebrara la compañía para la que trabajaba. En Europa nunca logró homologar su licencia para pilotar pese a sus 15.000 horas de vuelo. No le quedó otra que trabajar como asalariado del taxi. Su vida ha sido anónima hasta que su hijo dio el salto y se autoproclamó presidente interino de Venezuela.
Al principio de llegar a España Wilmer Guaidó viajaba cada seis meses a Venezuela, pero cada vez que retornaba notaba el país peor y dejó de ir. Ahora está acostumbrado a su vida en Canarias, en una zona que le recuerda mucho a su Macuto natal.
Wilmer cuenta que su hijo se metió en política en la universidad, cuando se unió al partido de Leopoldo López que era profesor y ahora está encarcelado por Maduro. Él le propuso que saliera de Venezuela y marchara a España, pero Juan Guaidó le dijo que no, que quería terminar la carrera de Ingeniería que estaba haciendo.
La familia de Guaidó desciende de un emigrante canario. También tiene sangre vasca. Cuenta Wilmert Guaidó que crecieron con apego a las costumbres españolas. "Celebrábamos hasta el carnaval".
El padre de Guaidó confiesa que le conmovió el discurso que dio su hijo cuando lo invistieron presidente de la Asamblea Nacional Venezolana y habló de las familias rotas por la emigración y del llanto en los aeropuertos.
Ahora mismo tiene mucho miedo. Sabe que su hijo corre peligro en Venezuela.
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