El derecho cubano Armando Rivero fue llamado a las filas de los Cangrejeros de Santurce como refuerzo y representará a la novena boricua en la próxima Serie del Caribe que fue movida a Panamá del 4 al 9 de febrero.
Seguramente el veloz de 30 años será el encargado de cerrar los encuentros por Santurce. Avalado en una temporada invernal que lo reencontró con su mejor forma, Rivero dejó marca de 0-1, 1.96 de efectividad, 21 ponches (6to de la Liga) y los rivales le batearon para un ridículo .183.
"Estoy super contento con la oportunidad de jugar ese torneo con Puerto Rico que me abrió las puertas", le dijo a CiberCuba el espigado lanzador.
Rivero es quizas el caso de beisbolista cubano más inexplicable de superación en ligas menores sin arribar a MLB. Primero fue el injusto tratamiento que recibió con los Chicago Cubs y luego el infortunio de una lesión en su hombro derecho a punto de saltar a Grandes Ligas con Atlanta Braves.
El nacido en Melena del Sur tiró 301 ponches en 220 innings en las menores y los rivales le batearon .199. Números situados en otra galaxia.
Ahora que se recuperó por entero de una lesión que lo apartó por un año del juego, Rivero busca su lugar en el béisbol.
"Me dieron la confianza de volver a sentirme yo mismo".
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