Problemas en las oficinas de trámites de los damnificados por el tornado

La burocracia, ese mal endémico del socialismo cubano, hace de las suyas en los territorios de la capital afectados por el tornado del pasado 27 de enero.

Aquellos que perdieron sus casas o sus techos esa fatídica noche, se topan muchas veces con la falta de organización y la demora innecesaria en la toma de decisiones cuando acuden a las oficinas de trámites habilitadas para la atención a los damnificados.

Según el diario Granma, en todos los municipios afectados existen problemas en dichas oficinas, los cuales van desde la desorganización de los procesos y la mala elaboración de las fichas técnicas, hasta la falta de orientación adecuada a la población, lo que provoca aglomeraciones y disgustos.

Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del Consejo de Defensa Provincial, reconoció que ello frena la recuperación de las viviendas.

A dos semanas de la catástrofe, solo se ha comenzado la construcción de 261 viviendas, de las más de 4.800 afectadas, de las cuales 505 se derrumbaron totalmente.

Para aliviar esa realidad, se aprobó la creación de tres flujos de trabajo al unísono en esos locales, lo cual significa contar con tres técnicos de las direcciones de la Vivienda, de Comercio y Gastronomía, de Trabajo y Seguridad Social y del Banco.

La medida debe agilizar la confección de fichas técnicas y por ende el acceso a la compra de materiales de construcción.

También hay críticas al funcionamiento de los puntos de venta de materiales, donde a partir de ahora se atenderá por separado a quienes solo vayan a comprar tanques, y se les dotará de fuerza adicional para estibar, medidas que por lógica debieron haberse implementado desde el inicio.

Este viernes comenzó la impermeabilización de edificios multifamiliares y ciudadelas, gracias a la llegada de 30.000 losas para techos (rasillas) de Sancti Spíritus.

El gobierno ya inició la comercialización de materiales de construcción, como tejas para techos, purling, puntillas y cables, rebajados en un 50 %, y de tanques grandes de agua, a un 70 % de su valor.