Las autoridades cubanas impidieron a un crucero, en el que viajaban muchos médicos que han desertado de misiones, entrar en La Habana.
La embarcación, que zarpó desde Estados Unidos el jueves 14 de febrero, está esperando desde las 7 de la mañana (hora local) la autorización del Gobierno de Cuba.
"Quería darle un beso y un abrazo a mi mamá, qué daño le iba a hacer eso al maldito gobierno cubano. Yo también nací en Cuba", lamentó Yordi Santana, uno de los profesionales sanitarios de la Isla que iba a bordo del crucero.
"Soy libre, no sé cómo pueden hablar tanta basura de derechos humanos cuando no me dejan abrazar a mi familia. No cometí ningún delito, no soy esclavo de nadie", añadió.
La tripulación del crucero Grand Classica comunicó por megafonía que habían llegado a un "acuerdo verbal" con las autoridades de Inmigración cubanas para atracar en el puerto de La Habana y salir el domingo 17 a la hora que estaba pactada.
Negociaciones con las autoridades de Cuba
El dueño de la agencia Viva Travel también viaja en el barco y en declaraciones a CiberCuba aseguró que no entendía por qué no dejaban entrar al crucero dado que tenían todas las reglamentaciones que había solicitado La Habana.
El crucero tenía planeado estar en la capital cubana del 14 al 18 de febrero y los familiares de los pasajeros, que habían pagado por este servicio, iban a poder subir al barco y disfrutar de sus instalaciones durante esos días.
En estos momentos están en negociaciones con las autoridades de la Isla, que lo único que ofrecen es dejarlos entrar el día 17 para reabastecer el combustible y regresar el día 18 sin desembarcar en el territorio cubano.
La situación en el barco ha dejado momentos caóticos y escenas de tensión. El reguetonero cubano El Micha también está a bordo ya que está contratado para llevar a cabo espectáculos musicales.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: