Desde el amanecer de este martes ya había unas 80 personas concentradas frente a la tienda Guamá, del boulevard de Santa Clara, y la cola crecía exponencialmente con cada transeúnte que por allí pasaba. No era de extrañar tal congestión luego que ciertos rumores vaticinaran desde la noche anterior que por fin sacarían a la venta frazadas de piso.
“Cuando llegue al trabajo llegaré, que esperen por mí”, señaló una mujer con total resolución, y tras una larga pausa argumentó su sentencia: “A la hora que salga, no me importa yo espero, tú no ves que hace un año no sacan colchas en las tiendas y ya no me quedan pulóveres viejos a los que echarle mano para limpiar”, sentenció.
Al filo de las 10, luego de abrir la tienda, una trabajadora salió a comunicar que se limitaría la venta para que todos pudieran acceder al menos a una frazada, y eso no hizo más que contribuir a disparar aún más la ansiedad de los clientes, ante el temor de no alcanzar alguna de las bayetas, como también se les conoce aquí.
Fue entonces que la situación se comenzó a salir de control, atizada además por quienes pretendían llevarse tantas colchas como pudieran acaparar, bien para revenderlas después, o bien para almacenarlas y entonces no carecer del producto en largo tiempo.
Luego comenzaron los insultos, gritos y empujones contra las vidrieras del establecimiento, saturadas de propaganda política a favor del Sí por la Constitución. Con el primer tirón de moños y ante el peligro de que cayera uno de aquellos grandes paneles de vidrio, dos jóvenes corrieron en busca de las autoridades del orden, que tardarían aproximadamente media hora en llegar.
Se personaron unos cinco agentes, al menos dos de ellos con uniforme de las tropas especiales, y tras algunos minutos lograron poner coto al desorden, en medio de la petición de no pocos clientes que le solicitaban quedarse allí o todo se volvería a salir de control.
La trifulca tuvo lugar en la recién reconstruida tienda Guamá, unidad de referencia dentro del comercio interior en la provincia de Villa Clara, toda vez que se trata del único establecimiento climatizado y el mejor abastecido de su tipo en el territorio.
En octubre pasado, cuando comparecieron las autoridades del ministerio del comercio interior en el programa televisivo La Mesa Redonda, para analizar la nueva ley de protección al consumidor, se mostró como un ejemplo de buenas prácticas el desempeño de esta tienda santaclareña.
Sin embargo, la generalizada escasez que se vive por estos días en Cuba echa por tierra cualquier precedente.
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