Alrededor de una veintena de migrantes, la mayoría cubanos, durmieron la pasada madrugada a la intemperie en los alrededores de la Casa del Migrante, en la ciudad mexicana de Juárez, porque esa institución ya no tiene capacidad para albergar a más personas.
Uno de los migrantes cubanos, que tiene a su esposa embarazada de ocho meses, declaró a medio local que tienen que esperar más de 6 mil números antes de ser llamados a entrevista y solicitar asilo político en Estados Unidos.
El joven, recién llegado a Juárez proveniente de Tapachula, dijo que “el pueblo se ha portado bien y nos ha apoyado”, pero subrayó que necesitan ayuda.
Ante la masiva llegada de migrantes de diferentes nacionalidades desde inicios de esta semana a Juárez, las autoridades estatales están viendo la posibilidad de conseguir una nave industrial para albergarlos, dado que el gimnasio del Colegio de Bachilleres y la Casa del Migrante ya están llenos.
El titular de Programas Sociales de la subsecretaría de Desarrollo Social del Estado ha indicado que el gimnasio alberga ya a cientos de personas. Sin embargo se espera la llegada de más migrantes a la ciudad, lo que pone en crisis la situación migratoria en la frontera.
Según indicó el funcionario, solicitarán al gobierno de Estados Unidos que acelere el ritmo de las entrevistas porque no están pasando más que a doce migrantes diariamente para solicitar asilo político, y además hay días que no piden personas por el puente internacional Paso del Norte.
El titular de Programas Sociales ha pedido a la comunidad de Juárez apoyo para los migrantes, entre ellos alimentos, ropa y kits de limpieza personal.
El mes de febrero ha generado una nueva oleada de migración en Centroamérica, que tiene sus dos focos principales ahora mismo en Panamá, donde más de la mitad son cubanos, y ahora en Juárez.
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