Vídeos relacionados:
CARACAS, 21 feb (Reuters) - El presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó, partió el jueves de Caracas en un convoy de vehículos rumbo a la frontera colombiana, donde espera ayuda humanitaria que es rechazada por el aislado presidente Nicolás Maduro.
Guaidó, a quien decenas de países reconocen como jefe de Estado partió desde su residencia en una caravana de al menos tres vehículos, confirmó su equipo de prensa.
Lo más leído hoy:
La oposición planea traer ayuda por tierra y mar el sábado para aliviar la escasez generalizada de alimentos y medicinas.
El dirigente realizará el viaje de 800 kilómetros por tierra desde Caracas, acompañado por 77 legisladores del Congreso dominado por la oposición, dijo a periodistas Edgar Zambrano, vicepresidente del parlamento.
"Vamos a ir sorteando las circunstancias que se presenten en el camino (...) Constitución en mano, acompañando a Guaidó", agregó Zambrano más temprano en una plaza de Caracas, desde donde los legisladores partieron en tres buses poco antes de que se confirmara la salida del líder opositor.
El gobierno de Maduro niega que haya una crisis humanitaria en el país y ha dicho que los militares permanecerán apostados a lo largo de las fronteras para evitar posibles incursiones.
Maduro además acusa a la administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump -que apoya el esfuerzo de ayuda, pero también ha impuesto sanciones severas contra su gobierno- de organizar un golpe de Estado en su contra.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, viajará el lunes a Bogotá para discutir la situación de Venezuela con los líderes regionales del Grupo de Lima, dijo el jueves su portavoz, Alyssa Farah, en un comunicado.
Todavía no está claro cómo planea Guaidó conseguir el paso de la ayuda por el puente de Las Tienditas, uno de los ocho cruces en la frontera colombo-venezolana de 2.200 kilómetros de extensión.
En Cúcuta, las autoridades expulsaron a cinco ciudadanos venezolanos que estaban presuntamente adelantando actividades que atentarían contra la seguridad de un concierto que se realizará en esa ciudad en busca de recolectar fondos y de las actividades relacionadas con ayuda humanitaria.
"No vamos a permitir que ciudadanos extranjeros ingresen a nuestro país para afectar el orden y la tranquilidad social", dijo Christian Krüger, director de Migración Colombia.
"Sabemos que hay un interés manifiesto por parte de la dictadura de Maduro para afectar la seguridad nacional de cara a los eventos que están próximos a realizarse", agregó.
Miembros de la oposición venezolana han sugerido que las cadenas humanas a través de la frontera colombiana pasarían paquetes de ayuda de persona a persona y que la asistencia llegaría por barcos desde las islas del Caribe holandés.
Estados Unidos ha enviado toneladas de ayuda que es acopiada en la ciudad colombiana fronteriza de Cúcuta, lo que Maduro ha calificado como un "show barato".
La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, incluso dijo que la ayuda es venenosa y podría provocar cáncer.
El miércoles, Rodríguez informó que había cerrado la frontera del país con las islas caribeñas de Aruba, Curazao y Bonaire, luego de que el gobierno de Curazao dijera que ayudaría a almacenar la ayuda destinada a Venezuela.
Venezuela, que recibe 90 por ciento de sus ingresos en divisas por venta de crudo, atraviesa una grave crisis económica y escasez de alimentos y medicinas.
Ante las sanciones impuestas por Washington a la clave industria petrolera, el país sudamericano está pagando altas primas por las importaciones de combustible de Rusia y Europa.
(Reporte de redacción Caracas, reporte adicional de Nelson Bocanegra desde Cúcuta, editado en la Mesa de Santiago)
Archivado en: