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CÚCUTA, Colombia/UREÑA, Venezuela (Reuters) - La oposición venezolana y sus aliados internacionales pidieron el domingo intensificar el cerco diplomático contra Nicolás Maduro tras condenarlo por la violencia desatada en la víspera, cuando intentaban ingresar ayuda humanitaria al atribulado país petrolero.
El presidente de Colombia, Iván Duque, visitó los principales puentes fronterizos con Venezuela, un día después de que Maduro bloqueara el ingreso de alimentos y medicinas destinada a los más necesitados y al menos tres personas murieron en violentos choques con uniformados en el límite con Brasil.
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“Una dictadura que es capaz de quemar medicamentos y alimentos para atender a las personas indefensas en su territorio es la demostración más grande de la brutalidad que está dispuesta a cometer para preservar el poder”, dijo Duque a periodistas.
Decenas de personas resultaron heridas en los choques y tres fallecieron en el suroriente de Venezuela, en medio de intensos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes que presionaban por el ingreso de la asistencia.
El Grupo de Lima analizará este lunes en Bogotá lo sucedido, en un encuentro en el que participará Juan Guaidó, quien se autoproclamó presidente interino de Venezuela en enero y ha recibido el reconocimiento de Estados Unidos y de varios países de América Latina y Europa.
“Aquí estamos, vinimos a Colombia por ayuda para nuestro pueblo, un pueblo que resiste e insiste en buscar la democracia y la libertad”, dijo Guaidó al arribar a Bogotá desde el lado colombiano de la frontera con venezuela
En Caracas, el diputado opositor Miguel Pizarro, señaló en una conferencia de prensa que Guaidó tras las reuniones con el Grupo de Lima y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, iniciará “su retorno para ejercer desde acá” y seguir ejerciendo “la presión que hace falta” para lograr que Maduro deje el poder.
En la cita del Grupo de Lima, Pence anunciará “pasos concretos” y “acciones claras” para enfrentar la crisis, dijo un alto funcionario de Estados Unidos.
Por su parte, el canciller chileno, Roberto Ampuero, dijo en Twitter que su país, que también es parte del Grupo de Lima, tiene el compromiso de “seguir trabajando por vías diplomáticas -reservadas por naturaleza- para una salida pacífica y política”.
El presidente cubano Miguel Díaz-Canel, uno de los pocos aliados que le queda a Maduro en la región, criticó la presencia de algunos mandatarios, como el chileno Sebastián Piñera, en el intento de ingreso de ayuda a Venezuela.
“Llama la atención la falta de dignidad que hay en algunos gobiernos del mundo. Ayer parecían payasos un grupo de presidentes en la frontera colombiana. ¿Qué estaban apoyando esos presidentes?”, expresó el dirigente cubano a periodistas.
En tanto, el mandatario boliviano, Evo Morales, defendió la acción del gobierno de Maduro, ya que “al rechazar la intervención militar, defendió la paz y no puede haber paz sin justicia social, sin respeto a la dignidad, identidad y libertad”.
"Preservativo usado”
La ONG Observatorio de Conflictos confirmó tres fallecidos durante los choques del sábado, en la localidad venezolana de Santa Elena de Uairén, cercana al límite con Brasil.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, condenó el uso excesivo de la fuerza por agentes de seguridad y “grupos progubernamentales armados”.
“El gobierno puede y debe frenar que estos grupos sigan exacerbando una situación ya de por sí altamente inflamable”, dijo Bachelet en un comunicado.
Ante la ayuda colombiana a la oposición, Maduro rompió totalmente las relaciones diplomáticas con Bogotá y ordenó la salida de su personal diplomático. Los cónsules colombianos en las ciudades de San Cristóbal, San Antonio, Puerto Ayacucho y en Zulia ya abandonaron el país.
Un centenar de agentes de las fuerzas de seguridad de Venezuela desertó y pasó a Colombia en las últimas horas para reconocer a Guaidó como el presidente legítimo.
El gobierno de Maduro acusó a la oposición por la violencia y el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, señaló que los camiones con ayuda quemados el sábado fueron incendiados por simpatizantes de Guaidó, a quien tildó de “marioneta” y “preservativo usado”.
“Lo quemaron ellos (...). Está perfectamente claro”, dijo al asegurar que “en esos camiones no había nada (...) porque estaban predestinados a ser quemados”.
Los alimentos y medicinas que no pasaron a Venezuela fueron almacenados de nuevo en un centro de acopio en la ciudad de Cúcuta y Duque dijo que se esperaría un “mejor momento” para intentar nuevamente su envío.
Nuevos choques
En la localidad fronteriza venezolana de Ureña, “la guardia dice que nos vayamos a casa, que no van a abrir”, dijo Lilibeth Medina, de 29 años, mientras observaba cómo hombres extraían el cobre y metales de un bus quemado del que aún salía humo. El metal es vendido como chatarra para generar ingresos extra.
“La gente amaneció hoy con mucha rabia. Esto es horrible, si no abren la frontera no podemos trabajar, yo trabajo en el puente, vendo agua, malta, cigarros y golosinas”, agregó.
Al impedir el paso entre los países “los que sufrimos somos los que estamos de este lado de la frontera” en Venezuela, dijo Eduardo Velásquez, de 55 años, empleado de una venta de empanadas. Los insumos para el local se compran en Colombia y lo que tiene actualmente alcanza para tres días.
En tanto, el gobierno de Brasil calificó de “brutal atentado” la violencia usada para impedir el ingreso de ayuda y pidió a la comunidad internacional que se una a los esfuerzos para “liberar” al país petrolero.
Nuevos brotes de violencia entre uniformados y manifestantes se reportaron el domingo en la franja fronteriza entre Venezuela y Brasil, con miembros de la Guardia Nacional lanzando gases lacrimógenos a un grupos de manifestantes armados con piedras, según un testigo Reuters.
El médico Julio Castro, parte del equipo técnico que coordina la ayuda para Venezuela, dijo en conferencia de prensa que los informes de médicos de la zona dan cuenta de un virtual “estado de sitio” en la fronteriza Santa Elena de Uairén.
En tanto, el coronel del ejército brasileño George Feres Kanaan dijo a Reuters que dos soldados de la Guardia Nacional venezolana desertaron a Brasil la noche del sábado y se unieron a los que desertaron en Colombia.
(Reporte adicional de Luis Jaime Acosta, en Bogotá, de Mayela Armas en San Antonio, de Ricardo Moraes y Pablo García en Pacaraima, Brasil, Nelson Acosta en La Habana, Deisy Buitrago en Caracas y Marion Giraldo en Santiago. Editado por Vivian Sequera, Fabián Cambero, Javier Leira y Rodrigo Charme)
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