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El Gobierno de Cuba aprobó esta semana una nueva tarifa para el cobro de los servicios de suministro de agua y saneamiento, que comenzará a regir progresivamente a partir del 2020, informó Granma.
Antonio Rodríguez Rodríguez, presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, explicó que el nuevo cobro empezará a aplicarse inicialmente por el sector productivo y de servicios, después se extenderá al público presupuestado y finalmente llegará a la población.
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“El nuevo sistema se encamina a corregir vacíos normativos asociados a modalidades de abasto y servicio a la población, como la limpieza de fosas, el suministro por carros cisternas, el agua desalinizada y las desobstrucciones en interiores”, dijo.
“Tiene como prioridad la aprobación de las tarifas para los servicios que hoy no tienen, así como todas las del sector productivo”, añadió.
Según el funcionario, el área residencial que no cuenta con metro contador mantendrá la tarifa fija actual, mientras que el metrado continuará con su importe hasta un consumo de 4,5 metros cúbicos mensual por persona.
El sector público presupuestado igualmente conservará el precio actual cuando el consumo esté dentro de la norma aprobada, y si la sobrepasa se penalizará.
En cuanto a la esfera productiva, la tasa no distinguirá entre personas jurídicas y naturales, ya que se basa en el principio del empleo que se le dé al agua.
Este sector se ha clasificado en varios grupos. En el primero están las instalaciones hoteleras, comerciales, de servicios y oficinas; en el segundo están las industrias, en el siguiente el agua que se destina al riego de las áreas verdes y agrícolas y los campos de golf, y por último las embarcaciones.
En todos los casos también se incrementa la penalización del consumo por encima de la norma fijada.
En el segundo semestre de este año se implementarán tarifas preventivas, para que tanto las instituciones como la población se familiaricen con la facturación que tendrán.
El dirigente señaló que la nueva tarifa debe acompañarse de una mejora en el servicio, lo cual incluye un abasto superior, el metraje y la eliminación de salideros.
La escasez del agua en Cuba es una realidad que afecta a miles de cubanos desde hace años. Hay lugares, como el barrio de Montequín, en la ciudad de Pinar del Río, donde no llega el líquido desde hace más de 20 años.
También en Mataguá, una localidad del municipio villaclareño de Manicaragua, sus vecinos denunciaron en el pasado mes de diciembre que en 2018 solo recibieron el servicio tres veces, por períodos que duraron entre dos y tres días, y casi sin ninguna presión.
Recientemente el gobernante Miguel Díaz-Canel dijo en el balance del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos, que su sueño era que todos los cubanos tengan agua las 24 horas del día.
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