Un grupo de cuentapropistas cubanos trabajan en la creación de los primeros dispositivos para la automatización de las casas sin necesidad de conectarse a Internet, muestra un reportaje de IPS.
Los emprendedores, dos ingenieros automáticos y un cibernético, han fundado Tinker Automations, que aspira a convertirse en la primera línea nacional de equipos y sistemas que garanticen un confort doméstico, no basado en muebles y equipos electrodomésticos, sino asociado a las llamadas tecnologías “inteligentes”.
Hasta ahora han diseñado tres prototipos: un sistema de llenado automático de tanques de agua, un conector para regular la conexión y desconexión a la red eléctrica de los equipos, y un sistema ahorro energético que permitirá que las luces se apaguen si no hay nadie en la habitación.
Carlos Henry Céspedes, el cibernético de Tinker Automations, explicó que los tres modelos son capaces de irradiar una señal wifi que permite a sus dueños controlarlos desde sus celulares sin necesidad de conectarse a Internet, lo cual les da una ventaja sobre productos similares que en Cuba circulan en el mercado negro.
El primero de los artículos que se comercializaría, si todo se concreta, sería el sistema para llenar los tanques de forma automática. Funciona con sensores que mantienen un registro constante del nivel de agua en los envases y garantiza que siempre exista una disponibilidad del líquido, sin intervención del usuario. Además, no deja que la bomba se active si detecta fallos en el funcionamiento de la instalación hidráulica.
Aunque los tres productos trabajan sin necesidad de conectarse a Internet, tendrán la alternativa de hacerlo si el cliente así lo desea. Solo tendrían que incorporar al sistema una tarjeta SIM y ejecutar los comandos mediante la red de datos o por un mensaje enviado desde el celular.
A pesar de todas las ventajas, los emprendedores cubanos no se han atrevido a ponerlos en venta, ante el temor de que sus licencias como “programador de equipos de cómputo” no los autorice a ejercer dicha actividad.
“En teoría, yo puedo comercializar mi software en su soporte, que en este caso serían estos dispositivos. Pero no tenemos la certeza y, antes de embarcarnos completamente en una empresa como esta, queremos tener total garantía legal”, comentó Céspedes.
Los tres expertos tienen la esperanza de que este año el Gobierno apruebe nuevas regulaciones que abran el estrecho margen actual, tal y como anunció el Ministerio de las Comunicaciones en 2018.
Aunque este no sería el único obstáculo a superar.
Los precios con los que posiblemente se venderán los artículos fabricados por Tinker Automations son prohibitivos para la mayoría de la población, cuyo salario promedio es de unos 30 dólares mensuales.
Ello se debe a los altos costos de producción, ya sea por la tecnología que necesitan, como por el difícil acceso a los suministros, que depende de la importación, al no existir un mercado nacional.
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