CARACAS, 11 mar (Reuters) - Los problemas de abastecimiento en Venezuela se agudizaron este lunes ante la intermitencia del servicio eléctrico, con muchas personas luchando por conseguir productos básicos y agua, cuatro días después de un apagón que dejó a oscuras casi todo el país.
Ante la crisis, el Congreso presidido por el opositor Juan Guaidó decretó estado de alarma por 30 días, que se autoriza cuando hay calamidades públicas que afectan la seguridad de la nación, según la Constitución.
Debido a lo prolongado del corte, que ya lleva más de 90 horas, el presidente Nicolás Maduro extendió la suspensión de las clases y la jornada laboral hasta el miércoles.
"He decidido ampliar la medida de asueto", sostuvo el mandatario por cadena nacional. "Seguiremos restableciendo el servicio, las condiciones de funcionamiento de las ciudades, todas las condiciones y para ello pido la máxima comprensión".
La falta de electricidad en buena parte de la capital desde el jueves por la tarde llevó a fallas en el suministro de agua residencial y comercial. En protesta, vecinos del oeste de la ciudad bloquearon parcialmente la principal autopista y exigieron al gobierno que distribuya camiones cisterna con agua.
Aunque el gobierno culpa de los cortes de electricidad a "sabotajes", especialistas aseguran que el sistema no recibe mantenimiento ni inversiones desde hace años en medio de una profunda crisis económica.
El gobierno ha dicho que está luchando por restablecer por completo el servicio, pero los incidentes siguen: en la madrugada del lunes, la subestación de energía Humboldt en el este de Caracas estalló y dejó sin suministro a algunas zonas de la ciudad. Las autoridades dijeron que investigaban las causas.
"No es normal que ocurran explosiones de transformadores en las subestaciones de distribución", dijo Winston Cabas, presidente de una asociación de ingenieros eléctricos, atribuyendo los incidentes a la falta de mantenimiento.
Cabas calculó que el restablecimiento completo del servicio eléctrico a nivel nacional podría demorar hasta seis días.
Cientos de personas pagaban en dólares bolsas de hielo o hacían monumentales filas en algunos puntos de Caracas para llenar envases con pequeños chorros de agua que descendían de una montaña, según testigos Reuters.
"Nos están asfixiando a todos (...) el agua es difícil de conseguir", dijo Francisco Suárez, de 57 años.
Otras regiones, como la población andina de San Cristóbal, cerca a la frontera con Colombia, seguían sin luz el lunes, de acuerdo con un testigo de Reuters.
"No vamos a ser nosotros los que permitamos que se normalice una tragedia como ésta. Por eso, este decreto de estado de alarma", dijo Guaidó durante la aprobación del decreto que ordena a las fuerzas armadas resguardar las instalaciones eléctricas y a los cuerpos de seguridad no obstaculizar las protestas.
El decreto exige además "la inmediata suspensión" del despacho de crudo, combustible y derivados a Cuba, para garantizar el suministro y funcionamiento de los equipos del sistema eléctrico.
"Solicitamos la cooperación internacional para hacer efectiva esta medida", instó Guaidó.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, dijo en su cuenta de Twitter que ya se avisó la decisión a las aseguradoras y las firmas de transporte que facilitan los envíos.
Paralizado terminal petrolero
En una señal de la gravedad del apagón, el principal terminal petrolero de Venezuela, Jose, no ha reiniciado las exportaciones desde entonces, dijeron a Reuters fuentes, que destacaron que un 65% de la energía que consume ese complejo proviene del sistema eléctrico nacional.
El despacho o exportación de crudo "está paralizado", dijo una fuente.
Ni el Ministerio de Petróleo ni la estatal PDVSA respondieron de inmediato a solicitudes de comentarios.
Por su parte, la petrolera venezolana informó el lunes en distintos tuits publicados en su cuenta oficial que está garantizado el suministro de combustible.
La falta de electricidad ha agravado la crisis de los hospitales, que ya prestan servicios muy menguados por la falta de inversión y de mantenimiento, a lo que se suma la escasez de medicinas.
El médico Julio Castro, del grupo no gubernamental Médicos por la Salud, dijo en un mensaje de Twitter el domingo por la noche que 21 personas habían muerto en hospitales públicos del país desde el inicio del apagón.
Aunque los venezolanos padecen cortes frecuentes, el apagón ha sido el más prolongando en décadas. En 2013 hubo una falla que afectó a Caracas y 17 estados de los 23 del país, que duró seis horas y en 2018 hubo otra de 10 horas en ocho estados, según reportes oficiales de entonces.
Venezuela está sumida en una crisis política desde que en enero Guaidó se proclamó presidente encargado, invocando artículos constitucionales, tras acusar a Maduro de haber ganado en unos comicios fraudulentos.
"Después de días escondido, sale a burlarse del dolor, de la muerte de niños y enfermos, de una crisis producto de la corrupción y la indolencia. ¡Y se atreve a llamar 'asueto' a nuestro duelo!", escribió Guaidó el lunes en su cuenta de Twitter sobre Maduro.
Guaidó ha sido reconocido por decenas de países como el presidente legítimo, entre ellos Estados Unidos, que ha impuesto varias tandas de sanciones financieras para cercar al gobierno de Maduro.
Mike Pompeo, secretario de Estado de Estados Unidos, dijo que Rusia ha creado esta crisis y que la petrolera de ese país continúa comprando crudo a PDVSA. En tanto, el gobierno de Donald Trump impuso sanciones sobre el banco ruso Evrofinance Mosnarbank por sus operaciones con la empresa estatal.
(Por Vivian Sequera y Shaylim Valderrama. Reporte adicional de Corina Pons, Deisy Buitrago, Mayela Armas y Leonardo Fernández en Caracas y Anggy Polanco en San Cristóbal. Editado Por Pablo Garibian)
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