El periodista oficialista Luis Sexto ha señalado en una entrevista a la agencia estatal ACN que resulta lamentable ver a veces cómo un periódico camina por un lado y la realidad por otro; y “la gente se da cuenta porque es la que vive”.
"Un país sin una prensa que lo acompañe, no solo en lo bueno sino en lo negativo, estará cojeando", señaló el presidente de la Comisión Nacional de Ética de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC), quien ha trabajado en los medios estatales Trabajadores, Juventud Rebelde y la revista Bohemia.
Los medios oficiales cubanos suelen tener una agenda bien establecida, donde evitan criticar en profundidad la realidad cubana, ni señalar la ineficiencia de los altos dirigentes del régimen, como hizo la pasada semana la periodista estatal Talía González al señalar que la escasez de alimentos se debe en primer lugar al embargo de Estados Unidos o a los errores de los ciudadanos.
Así mismo, unos días después del paso del tornado que arrasó algunos barrios de La Habana el pasado enero, los medios estatales ignoraban la catástrofe y ofrecían su programación habitual, por solo citar algunos ejemplos.
Según Sexto, los periodistas en Cuba deben lidiar su "posibilidad y capacidad con las limitaciones que hace unos años penden sobre el periodismo". En este sentido señaló que "las limitaciones profesionales coadyuvan a acrecentar esas que ya vienen desde las instituciones".
La sociedad cubana está cambiando en circunstancias muy difíciles, y a tono con ella, el periodismo tiene que transformarse, pues deviene fuerza para llevar claridad y confianza, afirmó Sexto. "Los retos del periodismo cubano de hoy son, sencillamente, hacer periodismo", agregó el también Premio Nacional de Periodismo José Martí 2009.
Sin embargo, la nueva Constitución cubana, aprobada el pasado 24 de febrero con más del 86% de los votos a favor, aunque reconoce la libertad de prensa lo hace solo "de conformidad con la ley y los fines de la sociedad".
En el artículo 55, la Carta Magna establece que "el Estado establece los principios de organización y funcionamiento para todos los medios de comunicación social". Además, especifican que "son de propiedad socialista de todo el pueblo o de las organizaciones políticas, sociales y de masas; y no pueden ser objeto de otro tipo de propiedad".
Pese a que en los últimos años han surgido muchos medios independientes, en su mayoría bloqueados en el país, el Consejo de Estado sigue sin tener en cuenta esas voces diversas de la realidad cubana, que insisten en calificar como contrarias a su régimen de 60 años.
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