Un toro cebú escapó de un matadero en Sancti Spíritus y corrió durante casi seis kilómetros hasta que pudieron atraparlo, pero antes de eso hirió a varias personas aunque sin causarles graves daños, informó el periódico Escambray.
El animal, nombrado Muñeco, había sido llevado el pasado jueves por la tarde al matadero Víctor Ibarra, pero no disponía de toda la documentación necesaria para su sacrificio. Al ir a llevarlo de regreso a la carreta, en la misma ranfla, hizo un giro brusco y huyó, aprovechando que la puerta estaba entre abierta.
El toro recorrió calles muy transitadas e impactó a varias personas que se encontraban en una cola de papas, en una placita situada en la calle Sobral. Finalmente pudo ser atrapado en un platanal cercano a la antigua terminal de ómnibus provincial.
Escambray obtuvo el testimonio de algunos testigos y afectados. Uno de ellos fue Alberto Valle Rodríguez, un trabajador por cuenta propia, quien estaba sentado frente a su taller cuando vio al animal corriendo detrás de una anciana.
“A los gritos de la gente la señora soltó el paraguas que sostenía como bastón y salió corriendo hacia la calle San Vicente, que le quedaba a su izquierda; más adelante, un joven que viajaba en bicicleta solo alcanzó a lanzarse de la misma y penetrar bruscamente por la ventana de una vivienda, aquello parecía una película…”, relató.
La joven Tamara Ileana Rodríguez Benítez fue una de las lesionadas. Ella sintió una gritería y oyó a la gente que decía: "Un toro, un toro"; entonces vio al animal, justo en el momento en que tumbaba a un ciclista.
“Eso fue como a unos 10 metros de donde me encontraba. La gente corría, unos se subieron al mostrador, otros entraron a la placita, pero yo traté de auxiliar a una señora que estaba en el piso y los demás le pasaban por encima. Por eso no corrí y fue cuando el toro me golpeó con su cabeza por el codo”, dijo.
“De momento yo pensaba que era un golpe que alguien me había provocado tratando de salvarse, pero cuando caí al suelo un señor me indicó que me revisara bien y fuera para el médico, porque el animal me había sacudido. Por suerte tenía uno de los cuernos corto, de lo contrario, el daño habría sido mayor”, añadió.
El dueño de Muñeco, Randy Acosta Gómez, es un campesino de la Cooperativa de Créditos y Servicios Camilo Cienfuegos. Echó a correr tras el animal desde el momento en que huyó, sin éxito.
“Corrí a pie, detrás de él todo el tiempo, con otro lazo en la mano y las espuelas puestas, lo que me dificultaba avanzar más. El trayecto fue largo, como seis kilómetros; por momentos me sacaba ventaja de unas dos cuadras, pero nunca lo perdí de vista”, agregó.
Al final, Muñeco se detuvo a unos 100 metros de la casa de su propietario, donde un señor lo agarró por el mismo lazo que llevaba en la cabeza.
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