Miami, 5 abr (EFEUSA).- El dueño de una treintena de residencias de ancianos en Miami fue declarado culpable de estafar 1.300 millones de dólares a los programas de salud pública Medicare y Medicaid, el mayor fraude de este tipo registrado en el país, informó este viernes la Fiscalía del Distrito Sur de Florida.
Philip Esformes, de 50 años, fue declarado culpable de reclamar fraudulentamente millones de dólares al Medicare y Medicaid por servicios a pacientes que nunca proporcionó o que no eran necesarios a través de un sistema de sobornos, señaló la Fiscalía en un comunicado.
Tras un juicio de ocho semanas, Esformes, residente en Miami Beach fue declarado culpable de los cargos de "conspiración para estafar a EE.UU., recibir sobornos en relación con un programa federal de atención médica, lavado de dinero y obstrucción a la justicia", entre otros.
Los delitos de Esformes impidieron que "beneficiarios vulnerables" tuvieron el "nivel de atención que necesitaban y merecían", dijo en un comunicado el fiscal general adjunto de la División Penal del Departamento de Justicia, Brian A. Benczkowski.
"La condena por este fraude de atención médica, el más grande de la historia" de EE.UU., evidencia el "terrible costo que las redes de fraude tienen para los programas de salud federales", dijo el agente especial Shimon R. Richmond.
De acuerdo con las pruebas presentadas en el juicio, desde enero de 1998 hasta julio de 2016 Esformes dirigió una "extensa conspiración de fraude" al sistema de salud pública que implicó a una red de residencias para el cuidado de ancianos y centros de enfermería de su propiedad.
Esformes sobornó a médicos para que admitieran a pacientes en sus instalaciones médicas que luego no recibían los servicios médicos apropiados, o recibían servicios médicamente innecesarios, que luego se facturaban al Medicare y Medicaid.
Varios testigos declararon las malas condiciones reinantes en las clínicas y la atención inadecuada que recibían los pacientes, una situación que Esformes pudo ocultar a las autoridades al sobornar a un empleado estatal que le advertía de las fechas de inspección programadas.
Esformes utilizó estos ingresos derivados del fraude al sistema de salud público para realizar una serie de compras lujosas, entre otras automóviles de alta gama y un reloj valorado en 360.000 dólares.
Esformes también utilizó estos recursos para sobornar al entrenador de baloncesto de la Universidad de Pensilvania a cambio de su ayuda para obtener la admisión de su hijo en esta universidad. En total, la evidencia demostró que Esformes se benefició personalmente del fraude y recibió más de 37 millones de dólares.
Los implicados en la estafa se enriquecieron mediante la "recepción de sobornos con el fin de dirigir estos beneficiarios a otros proveedores de atención médica", tales como centros de salud mental y los proveedores de atención médica a domicilio, quienes también practicaron tratamientos médicos innecesarios que fueron facturados al Medicare y Medicaid.
Esformes urdió "uno de los esquemas de fraude a la atención médica más grandes en la historia de Estados Unidos por una suma de más de mil millones de dólares", dijo el fiscal Benczkowski. EFEUSA
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