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Los precios de los automóviles en Cuba siguen siendo motivo de asombro y decepción para muchos ciudadanos dentro y fuera del territorio nacional. Ya han pasado casi seis años desde que el régimen comunista eliminara la restricción que exigía tener un permiso para comprar un vehículo “nuevo” y al parecer, nada ha cambiado.
En agosto de 2018, un anuncio de venta en un concesionario ubicado en la localidad capitalina de Miramar, Playa, fue materia de denuncia.
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La agencia de autos informó, a través de tablillas colocadas en el exterior del inmueble, sobre la disponibilidad de autos de casi 18 años de antigüedad por precios que rondaban los 100 mil CUC.
Un Bayerische Motoren Werke (BMW) del 2007 con 151.189 kilómetros recorridos tiene un coste de 90 mil CUC. Mientras que un Panel Peugeot Bóxer de fabricación fechada en el 2006 y con un kilometraje marcado en los 286.289, se encontraba a 110 mil CUC.
El precio de mayor impacto, no obstante, fue para un Peugeot 206 del 2001 con 495.464 kilómetros, por la significativa suma de 55 mil CUC. Este vehículo de uso en otras naciones, como España -por ejemplo- puede alcanzar un valor máximo de 2 mil euros.
A la par, el concesionario indicó que los carros con “cero kilómetros” que entrarán serán destinados, exclusivamente, a los organismos estatales.
En 2013 por primera vez desde la “Revolución de 1959”, los cubanos pudieron comprar vehículos.
La medida, aprobada por el Consejo de Ministros, liberó la venta minorista de motos, autos, paneles, camionetas y microbuses, para las personas naturales cubanas y extranjeras residentes en el país, así como para los individuos jurídicos extranjeros y el cuerpo diplomático.
Anteriormente, era necesario presentar una carta, avalada por una entidad estatal, ante el Ministerio de Transporte para que le concedieran el permiso de adquirir un coche nuevo. Este trámite podía tardar más de un año, con mucha suerte. Al menos que se tratara de una personalidad destacada en el ámbito de la ciencia, la cultura o el deporte.
A pesar de la novedad, no hubo una avalancha de cubanos comprando vehículos, sobre todo, por los altos precios de los medios de transporte. En aquel entonces, el Gobierno indicó que el valor de los coches iban a ser "semejantes" a los del mercado entre particulares.
En 2014 un Peugeot 508 de uso costaba fácilmente unos 262 mil CUC y un modelo 206, alcanzaba los 85 mil CUC.
Mientras que esto sucede en las agencias estatales, en Revolico ―web de compra y venta en Cuba― los precios se mantienen igualmente “inflados”. Un Moskvitch “en buen estado” ronda los 18 mil CUC y los Ladas, 26.5 mil CUC.
En medio de toda esta crítica situación es pertinente recordar que el salario medio de un cubano que labore para organismos estatales no llega a los 30 CUC, por lo que es casi imposible que adquiera un Peugeot 206 con casi medio millón de kilómetros recorridos.
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