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El periodista Adonis Subit Lamí, quien fuera director del periódico cienfueguero 5 de Septiembre, publicó en su perfil de Facebook un comentario a favor de la represión policial que sufrieron estudiantes de medicina del Congo en Cuba.
Los sucesos fueron denunciados por ciudadanos a través de diferentes medios y plataformas y mostró las acciones violentas, incluso haciendo uso de armas de fuego, para controlar una situación que fue considerada por las autoridades cubanas como “indisciplina”.
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El periodista oficialista dice “que en relación con el tema represivo, Cuba debe reaccionar ¡Ya! Debemos de acabar de perderle el miedo al qué dirán, si de todos modos, dirán”.
Para justificar el uso de la fuerza afirma que “la policía debe reprimir; esa es su esencia. Cualquier otra consideración me parece soñadora. Un policía no es un fino, estilizado y delicado socialité. Un policía es un militar que está entrenado para mantener, por la fuerza, el orden en una sociedad”.
Subit, aunque afirma no ser violento, está de acuerdo con su uso para reprimir los derechos de aquellos que, como los estudiantes del Congo, le exigen a su propio gobierno el pago de un estipendio que se ha demorado 27 meses en llegar a ellos.
Asegura haber tenido vínculos con algunos estudiantes procedentes del continente africano, lo cual le permitió conocerlos como “personas serias, decentes, esforzadas, sacrificadas, estudiosas, consideradas, agradecidas” lo que no justifica, según el periodista, el episodio de los últimos días.
Subit Lamí reconoce que “el reclamo de ellos es un derecho legítimo. Violentar el orden en una escuela, y dañar la propiedad social que los acoge, es cuando menos, una ingratitud (...) Y eso hay que reprimirlo, sin miedos”.
El comentario está a tono con lo que manifestó el Ministerio de Salud Pública de Cuba en una escueta nota de prensa que no aclaró muchos detalles de lo acontecido.
“Si la cosa fuera conmigo -afirma el reportero- desde que tiran la primera piedra, o rompen la primera cosa, los hubiera metido preso, por las malas y de la peor manera. Luego, encarcelados hasta que llegue el estipendio que le deben en su país para con ese dinero reponer lo que rompieron. Después, los mando de vuelta a sus casas, siempre que se paguen el pasaje, claro está, así como los gastos que generaron en su estancia en prisión".
El periodista apunta que "si la policía, en defensa propia, le partió un hueso a uno, la atención médica resultante también me la tiene que pagar. Me lo tienen que pagar todo. Y esto no solo aplica para extranjeros, sino para cualquiera”.
La justificación de golpes, maltratos y violencia la encuentra el periodista cubano en una conducta que considera "antisocial y cavernícola".
Afirma que su opinión no tiene ningún trasfondo xenófobo o racista, pero no le tiembla la mano al escribir que aplicaría el peso de la represión policial contra cualquiera que tenga una conducta cívica fuera de los estándares establecidos por la ley.
De momento no ha existido una intervención eficaz de las autoridades cubanas que, aun estando al tanto de los sucesos, han justificado al gobierno del Congo por la morosidad en el pago y guardado silencio sobre las pésimas condiciones de vida que enfrentan estos estudiantes y que también han sido denunciadas.
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