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Un centenar de migrantes que había llegado a Ciudad Juárez violó ayer el protocolo de registro organizado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) en acuerdo con autoridades mexicanas y cruzó en masa el río Bravo para ingresar a territorio estadounidense por el Sector fronterizo de El Paso.
Algunos se entregaron a las patrullas fronterizas para pedir asilo político, mientras que otros salieron huyendo de las autoridades. Los primeros en cruzar fueron interceptados poco después de las ocho de la mañana.
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El grupo que huyó de los agentes escaló una malla metálica situada detrás del muro fronterizo, construido recientemente, cuando las autoridades procesaban la información de los otros.
Sin tener cifras oficiales aún, El Diario de Juárez dio a conocer que, en total, un aproximado de 500 migrantes ingresaron a Estados Unidos, la mayoría de ellos en familia.
Entre los que se dieron a la fuga, según registra este medio, había gran número de niños sin compañía y adolescentes con mochilas, además de padres y madres cargando a sus hijos en las espaldas.
El registro y la detención del grupo total de los migrantes tomó alrededor de seis horas. Después de llevar a cabo la detención, fueron organizados en fila y llevados a la Patrulla Fronteriza.
La zona de cruce de El Paso registra la mayor crisis de la frontera que comparten México y Estados Unidos.
La semana pasada se calculó en esta área, solo entre lunes y viernes, la llegada de más de 1,200 migrantes para incorporarse a la lista de registros y, entre estos, el 95 por ciento procedía de Cuba.
Gran cantidad de migrantes deciden violar los protocolos fronterizos empujados por la desesperación, porque no saben cuándo serán llamados para su entrevista de solicitud de asilo, debido a la lista de espera que es extensa.
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