Josep Borrell, ministro de Asuntos Exteriores de España, ha vaticinado que la aplicación de los títulos III y IV de la ley Helms-Burton creará una "enorme litigiosidad", que él considera que no llevará "a nada".
En declaraciones previas a una conferencia sobre el futuro de Europa, en Alicante, Borrell ha opinado que "los únicos que van a salir ganando son los bufetes de abogados internacionales porque va a ver una enorme litigiosidad".
"Pero defenderemos los intereses de las empresas españolas, claro", prosiguió el titular en funciones de Exteriores.
Insistió en que ya se advirtió a las autoridades norteamericanas de que la aplicación de la ley Helms-Burton "iba a crear muchos problemas", y en ese sentido subrayó que acudirán a la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Hace apenas dos días se dio a conocer la demanda contra la cadena hotelera Meliá, interpuesta por los descendientes de un terrateniente cubano cuyas propiedades fueron expropiadas en 1960.
Según el abogado cubanoamericano, Nick Gutiérrez, la reclamación no está relacionada con la Ley Helms-Burton, sino que “se basa en el Código Civil español por traficar con propiedad robada, sabiendo que es robada”.
El pasado 28 de abril, los descendientes de Rafael Lucas Sánchez Hill anunciaron que reclamarán a Meliá una compensación por el aprovechamiento de un terreno de más de 40 mil hectáreas en la provincia de Holguín, donde han sido construidos dos hoteles de esa compañía: el Sol Río de Luna y Mares, y el Paradisus Río de Oro.
Dijeron que aprovecharían que irían también contra la cadena Blau, poseedora de los hoteles Costa Verde y Playa Costa Verde.
En opinión del citado abogado, lo mejor sería que las compañías tratasen de llegar a un acuerdo económico con los reclamantes.
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