Las filas interminables a la hora de comprar alimentos y el racionamiento de comida no son el único problema que enfrentan los cubanos cuando acuden a las tiendas. Ahora también encuentran dificultades para hacer fotos a las aglomeraciones de personas.
Así lo denunció una joven cubana en su perfil de Facebook, donde explicó que el pasado lunes 6 de mayo estuvo esperando cuatro horas para comprar pollo en el Mercado de 3ra y 70 en La Habana.
"Desde las 11 de la mañana hasta las tres de la tarde, en 3ra y 70 para la cola del pollo. Igual solo dos paquetes por personas y solo dos pomos de aceite por persona", lamentó en el post.
Un escenario de escasez de sobra conocido pero que, en esta ocasión, contó además con la intervención de una trabajadora que le llamó la atención por sacar fotos de la cola que había en el establecimiento.
"La inmensa cola llegaba hasta la entrada del centro, sin exagerar, justamente hasta el departamento de Samsung. Saqué mi teléfono para tomar fotos y una trabajadora con una forma descompuesta me llamó la atención", relató en la citada red social.
La trabajadora le dijo a la joven que no podía sacar imágenes sin darle ninguna razón. "Le pregunté la razón y la respuesta fue: 'porque no, solo se le pueden hacer fotos a los productos'. Y ¿es que no somos nosotros productos congelados?", explicó.
Pese a todo esta mujer cubana consiguió sacar las instantáneas, entre las que se pudieron ver imágenes de estanterías vacías y la falta de productos en el área de los congelados.
La orden de la trabajadora contradice al Ministerio de Comercio Interior
En cualquier caso sorprende la orden la trabajadora teniendo en cuenta que el pasado mes de enero el Ministerio de Comercio Interior de Cuba (Mincin) publicó un comunicado en el que aseguraba que los cubanos tenían derecho a tomar fotos en las tiendas y centros comerciales.
El desabastecimiento crónico en Cuba ha causado continuas críticas por parte de los clientes que acuden al Mercado de 3ra y 70. El pasado 1 de mayo un usuario denunció a través de Twitter que había estado esperando una hora y media para comprar comida.
A finales de abril también se pudo ver a decenas de personas corriendo hacia el mismo mercado porque lo habían surtido con pollo. En aquella ocasión, como si de una maratón se tratase, se pudo ver a los ciudadanos correr para poder agenciarse la comida para poner a la mesa.
Testimonios y escenas que ponen de relieve cómo la crisis alimentaria de Cuba se sigue agudizando, al mismo tiempo que siguen sin llegar soluciones efectivas.
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