La periodista Georgie Anne Geyer, una prominente corresponsal internacional y autora de una reveladora biografía de Fidel Castro, falleció en Washington a los 84 años, víctima de complicaciones derivadas de una neumonía.
Según confirmó su amigo Dan Southerland, ex corresponsal de The Washington Post, Geyer murió en su casa en Washington DC el pasado 15 de mayo. Por más de 10 años estuvo afectada por un cáncer en la lengua que limitó su capacidad de hablar en los medios de comunicación.
Figura polémica, innovadora en sus coberturas noticiosas y crítica desembozada de causas "políticamente correctas" como el multiculturalismo, el feminismo y los extremismos ambientalistas, Geyer fue tildada de conservadora por sus posiciones sobre la inmigración en Estados Unidos, y acusada indistintamente de tener prejuicios contra Israel en favor de los palestinos y ser una espía del Mossad.
Pero nunca se calló y escribió de casi todos los temas en todas las geografías, incluyendo un reciente libro sobre los gatos. Columnista sindicada desde 1975, sus artículos se publicaban en más de 120 periódicos y sitios digitales de Estados Unidos y América Latina.
Geyer comenzó su carrera justamente en 1959 como reportera del Southtown Economist, luego renombrado como Chicago Daily News, pero su curiosidad cultural y su pasión de trotamundos la convirtieron pronto en una afanosa corresponsal alrededor del mundo.
Su consolidación como corresponsal extranjera fue prueba de tenacidad en medio del escepticismo y el machismo que conspiraban contra su vocación. "Nada indicaba que pudiera convertirme en corresponsal extranjera. Yo tenía 27 años. Y era claramente una mujer. Todos los corresponsales eran hombres de 50 y 60 años", recordó en una entrevista.
No solo impuso su talento, sino que emergió como una de las más respetadas corresponsales en conflictos en todas las latitudes. Además de su lengua materna, el inglés, Geyer hablaba fluidamente español, portugués, alemán y ruso.
Cubrió acontecimientos en África, Medio Oriente y Unión Soviética. Fue la primera periodista occidental que entrevistó a Saddam Hussein, en 1973. Su larga lista de entrevistados incluye además al presidente argentino Juan Domingo Perón, el líder palestino Yasser Arafat, el rey Hussein de Jordania, el dictador libio Muammar al-Gaddafi y el Ayatollah Khomeini. Fue prisionera en Angola por sus reportes durante la guerra civil que involucró a tropas cubanas desde 1975.
Pero tenía una especial afinidad por América Latina desde que viajó a Perú, a comienzos de los 60. Geyer siguió de cerca la formación y desarrollo de guerrillas en Guatemala y Nicaragua, y mantuvo desde entonces conversaciones y entrevistas con Fidel Castro, a quien consideró en el temprano 1966 un hombre "encarcelado en el gigantesco mito que ha creado".
Después de coberturas noticiosas de conflictos, guerrillas y golpes militares en América Latina, Geyer se decidió a realizar una biografía de Fidel Castro, basada en cientos de testimonios con fuentes originales dentro y fuera de Cuba, y cuatro extensas entrevistas cara a cara con el gobernante cubano.
Publicado en 1991, el libro se titula El Príncipe de la Guerrilla. La historia no contada de Fidel Castro, y es considerado como la más importante biografía sobre el líder cubano en Estados Unidos. El texto es un relato intenso en lo personal y profusamente documentado, que explora por primera vez en las relaciones amorosas y los hijos no reconocidos del dictador.
Una de las amantes de Castro a quien Geyer dedicó significativos fragmentos en su biografía fue Naty Revuelta, descrita en el libro como "una de las mujeres más exquisitamente bellas de Cuba y con una atracción por la revolución y la aventura”.
“Rubia, ojos verdes, voluptuosa y siempre de humor exuberante, Naty era el tipo de mujer que atraía las miradas y dejaba mudos a todos cuando entraba en una habitación”, observó la biógrafa.
Aunque algunos analistas e historiadores consideraron que Geyer no pudo ocultar sus simpatías ante el carisma del líder, el libro no escatima críticas personales a Castro. La biografía salió en un momento particularmente difícil en Cuba que no escapó a la mirada de la autora, en medio del colapso del campo socialista, la desintegración de la Unión Soviética, la crisis económica y el descontento popular que generó el llamado "Período Especial".
"Quiero que se sepa todo", escribió Geyer. "Quiero que la gente diga, después de que lo hayan leído: '¡Oh, Dios mío!'".
Geyer penetró también el mundo de la santería afrocubana para abordar las aristas del gobernante como "un elegido".
"Siempre hubo un lado esotérico en Fidel, alimentado naturalmente por la santería afrocubana", valoró Geyer en su libro. "El sacerdote de la santería es conocido como el 'caballo' de los santos y durante la iniciación en santería, se cree que los santos toman posesión de sus iniciados montándolos".
En un libro de 1996, The Dead of Citizenship, Geyer observó que muchos inmigrantes llegados a Estados Unidos no se estaban adaptando al modo de vida norteamericano a causa de las influencias de "multiculturalistas, feministas, homosexuales radicales, nuevos historicistas, marxistas y ambientalistas extremos".
Geyer nunca se casó. En los últimos años patrocinó la Iniciativa Geyer, propuesta asociada a la Universidad Dominica de River Forest, Illinois, para respaldar financieramente a estudiantes interesados en ser corresponsales en el extranjero.
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