Hacer la maleta, el reto más duro de los cubanos en el viaje de vuelta a Cuba

Este artículo lo pudiera escribir más de un cubano. Así que, si quedan cosas por decir, no se corte y agregue en los comentarios toda su experiencia. Para quienes no lo han vivido, aquí van algunos consejos para que su maleta a Cuba lleve lo necesario, sin pasarse de libras.


Este artículo es de hace 3 años

Este artículo lo pudiera escribir más de un cubano. Así que si quedan cosas por decir no se corte y agregue en los comentarios toda su experiencia. Para quienes no la han vivido, aquí van algunos consejos para que su maleta a Cuba lleve lo necesario, sin pasarse de libras.

Empiece a comprar con tiempo

Eso de que “cuando llegue allá lo compro…”. No. Nunca suponga que puede conseguir algo en Cuba. Asegúrese de meter en la maleta todo lo que necesitará en su estancia en la Isla. Lleve desde la pasta de dientes, hasta la lima de uñas. Por si acaso.

“Ay, si mi papá pudiera probar estos chorizos…”

Créame, no vale la pena meter eso en la maleta. No serían suficiente 5 contenedores para que su familia pueda probar todas las delicias que usted se come fuera de la Isla. Priorice las cosas útiles, se lo agradecerán. Pero si sabiendo esto los quiere llevar…

“Los condimentos que me pidió mami”

El comino es lo primero que se compra y lo último que se mete. Si se salta este consejo le aseguro que tendrá olor a comino en la ropa hasta que vuelva de Cuba. Además, tenga en cuenta que casi nada pesa menos que un comino, así que al final no ocupa lugar.

Prepare el bolsillo para la farmacia

Llegue a la farmacia, mire al farmacéutico a los ojos y dígale: “Buenos días, voy a viajar a Cuba”. Notará en la cara de este la felicidad de quien piensa: “hoy hice el día”. Porque no hay cliente en el mundo que compre más medicamentos que un cubano preparando la maleta.

Cosas para el apagón

No se crea el cuento ese que le dice su familia: “no mijita, si aquí ya no se va la luz”. Cuando usted llegue, como si estuviera orquestado, le meten un apagón por rotura de los “no programados”. Lleve fósforos, velas y le agradecerán también lámparas ahorradoras nuevas. Verifique que no sean de 220, si no, tremenda jodedera para cargarlas.

¡No lleve nada de esto! / CiberCuba

Cabezales para las duchas

No sé por qué, pero no hay una ducha en Cuba que funcione. La dureza del agua obstruye los cabezales. Si usted no quiere perder una mañana destupiendo cabezales de ducha, llévelos. Si al final el baño se verá más bonito ¡y su familia se lo agradecerá!

Un regalito para la familia. Ay, y … ¿no le voy a llevar nada a Yunieska?

No, no le puede llevar cosas a todo el mundo. Usted tiene una sola maleta y no es la de Harry Potter. Este es el gran dilema de los que vuelven a la Isla por primera vez. Y en el segundo viaje se dan cuenta de que al final nunca se queda bien. Priorice a su familia más cercana.

Los niños necesitan zapatos para la escuela… “Na', se los compro allá”

Jamás. Nunca deje de llevar zapatos para niños. Es más, saque la botella de aceite de oliva. No hay nada más duro de conseguir en Cuba que un buen par de zapatos para la escuela. La mayoría de los comprados en la Isla se despegan al primer mes de uso. Créame, los padres de ese niño se lo agradecerán más que si les da dinero.

¿Pero lleva medias blancas para regalar?

Sí, y son super bien recibidas, porque las medias que venden en Cuba son de poliéster. Meten un calor insoportable y aprietan el tobillo una barbaridad. Compre ropa de algodón, de colores claros y tejidos frescos. No se gaste dinero comprando pullovers con cuello y de marca. Compre ropa barata, de verano y dará en el clavo.

Comience a sacar cosas suyas de la maleta, si no, no cabe lo de la abuela

Mucha gente se enfrenta al dilema de todas las cosas que hay que llevar para la abuela. Por suerte la mía solo pide esencias de sabores para panetelas, uvas pasas para los pudines, espirales para espantar los mosquitos, pañitos de cocina “de los buenos”, una bata de casa de las ricas, zapatos cómodos para los juanetes, pilas de reloj, campú anticaspa y alguna cosita más por ahí que se le ocurra. No me quejo porque las abuelas en Cuba necesitan mucho, pero mucho más. Si tiene la dicha de tenerla, complázcala y llénela de amor.

Pesar la maleta puede provocar un ictus

Si usted no quiere sorpresas en el aeropuerto, pese la maleta antes de cerrarla. Evite discutir con su pareja por esta causa. Él dirá: “eso ya está”. Usted dirá: “me falta meter mis zapatos”. Él dirá: “tus zapatos no caben”. Y en ese momento usted debe respirar, sacar los chorizos y meter los zapatos.

Equipaje / Pixabay Creative Commons

Selle, precinte o “enteipe” su maleta en el aeropuerto

Para acá la maleta llega como sea, siempre sobrevive, pero para allá…

No sé si es por el peso, por el modo de manipularlas, o por las ganas que tienen los operarios de aduana de que usted salga ligero a disfrutar su verano, pero muchas maletas llegan rotas a Cuba. Lo más seguro es precintarlas y pagar el seguro.

Verifique que el seguro cubre pérdidas y roturas

Además, apetece más a un aduanero revolcar pertenencias en maletas asequibles, que en las que vienen selladas. Para terminar, póngale una tirita colorá en el asa, para que no se confunda y, de paso, intimide a la gente con mal de ojo.

Al final de todo esto, usted habrá tardado aproximadamente tres días en armar su maleta para Cuba. Aunque conozco casos de amigos que comienzan a prepararla con un mes de anticipación, “por si las moscas”.

CiberCuba le desea una feliz estancia en la Isla. No se olvide de hacer fotos por dondequiera que vaya y luego compártalas con nosotros en nuestras redes sociales. Buen viaje.

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Gretchen Sánchez

Branded Content Writer en CiberCuba. Doctora en Ciencias por la Universidad de Alicante y Licenciada en Estudios Socioculturales.

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