Ileana de la Guardia, hija del coronel Antonio de la Guardia Font, fusilado en Cuba en 1989, como resultado de un proceso judicial turbio en el cual se le acusó de cargos de “tráfico de drogas” y “traición a la patria”, ha denunciado nuevamente que el régimen cubano nunca haya aceptado que el fusilamiento de su padre fue un asesinato y que nunca haya pedido disculpas a la familia por la injusticia, según puede leerse en una entrevista que concedió al diario argentino Clarín.
“La realidad es que cada aniversario de la muerte de mi papá por fusilamiento siempre para mí es un momento muy triste (…) Lo más triste es que nunca el régimen ha aceptado que lo que hicieron fue un asesinato y que tendrían que pedirle en algún momento disculpas a la familia”, comentó la hija del coronel.
Tony de la Guardia, como era conocido, fue fusilado junto al general Arnaldo Ochoa Sánchez, el mayor Amado Padrón Trujillo y el capitán Jorge Martínez Valdés, por estar supuestamente implicados en redes de tráfico ilegal de drogas y por traición a la patria. Sin embargo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) calificó desde los años 90 todo el proceso como arbitrario.
Tanto de la Guardia como Ochoa eran dos de los hombres de confianza de Fidel Castro. Ileana de la Guardia ha afirmado que cualquier delito que hayan cometido lo hicieron bajo órdenes de los Castro y de José Abrantes, ministro del Interior.
También confesó que para el momento en que los sucesos comenzaron a salirse de las manos existía descontento por parte de su padre y Ochoa con respecto a las órdenes de Fidel Castro.
“Estamos cansados que nos estén dando órdenes, de cosas que no queremos hacer. Vámonos de aquí”, asegura de la Guardia que decían tiempo antes de ser fusilados, por los años 85 u 86.
Recordó, además, que Ochoa incluso se refería a Fidel Castro como “el loco ese”. Asimismo, sobre este y su hermano decía: “estos dos llevan mandando gente a morir desde hace 30 años. Están ocupando el poder y llevándose el dinero”.
Tony de la Guardia fue obligado a autoinculparse frente a las acusaciones que le hacían con la promesa de que “todo quedaría en familia” que le hiciera Fidel Castro durante una visita a la prisión, según relató su hija en la entrevista.
Sobre la arbitrariedad con que se manejó el juicio, Ileana de la Guardia narró que después de ser detenido un 12 de junio su padre no vio a un abogado en 15 días y tampoco a nadie de la familia.
Además, el día del juicio los abogados confesaron no estar al tanto del expediente judicial que se le había abierto al coronel: “No, yo no he tenido tiempo de leer el expediente”, dijo uno de los abogados, recuerda Ileana.
“No, yo no quiero defenderlo, lo voy a hacer porque la revolución me lo pide”, expresó el otro letrado asignado.
“Los abogados eran oficiales del Ministerio del Interior, no eran civiles. Una semana después, ya están fusilados. Desde el arresto, que es un 12 de junio a la noche, hasta que son fusilados, pasa solamente hasta el 13 de julio”, explicó la hija del militar.
En entrevista con CiberCuba, hace una semana atrás, Pablo Socorro, periodista a quien las autoridades le ordenaron cubrir este juicio, que terminó con el fusilamiento de cuatro personas, aseguró que “La verdad sobre el caso permanece encerrada en Cuba”.
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