El residente del sur de Nevada de 23 años, Conor Climo, fue acusado y procesado el viernes en un tribunal federal, luego de haber fabricado cócteles molotov y dispositivos explosivos improvisados para atacar a una sinagoga y un bar gay, informó Univision.
Climo, quien trabajaba como guardia de seguridad en Las Vegas, intercambiaba frecuentemente -a través de mensajes encriptados- con una organizaciones extremista y supremacista blanca, cuyos miembros buscan “desafiar las leyes establecidas, el orden social y el gobierno, a través del terrorismo y otros actos violentos”.
De acuerdo con el medio citado, dicha entidad también “fomenta los ataques contra el gobierno federal, incluida la infraestructura crítica, las minorías y los miembros de la comunidad LGBTQ”.
Gracias a una investigación llevada a cabo por la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo, dirigida por el FBI, se descubrieron los mensajes enviados y recibidos por el criminal. En la mayoría de las notas, se hizo uso de insultos despectivos raciales, antisemitas y homosexuales. Incluso, se llegó a citar a Adolf Hitler.
Las misivas también revelaron los planes de Climo para hacer estallar un templo judío y ejecutar un estricto control sobre un bar que proveía servicios gastronómicos a miembros de la comunidad LGBTQ, ambos espacios ubicados en Las Vegas.
"Las amenazas de violencia motivadas por el odio y con la intención de intimidar o coaccionar a nuestras comunidades religiosas y LGBT no tienen lugar en este país", declaró el Fiscal de los Estados Unidos, Nicholas A. Trutanich. “La policía en Nevada sigue decidida a utilizar todo el peso de nuestros recursos de investigación para prevenir la violencia motivada por prejuicios antes de que suceda".
Esta no es la primera vez que el supremacista de 23 años llega a las noticias. Hace tan solo tres años atrás, Climo intentó iniciar una patrulla civil armada en su vecindario. El joven se armó con un chaleco táctico -con 120 rondas de municiones- y un rifle de asalto modelo AR-15. El objetivo, al parecer, era poner fin al crimen en el área. Sin embargo, no llegó a ser detenido o procesado por dicho incidente.
Por el momento, el presunto criminal enfrenta hasta 10 años de prisión y una multa de 250 mil dólares.
El arresto de Climo se produce días después de los tiroteos masivos en dos ciudades de Estados Unidos: El Paso, Texas y Dayton, Ohio. Ambos sucesos, catalogado por las autoridades como “terrorismo doméstico”, han dejado un saldo total de 30 personas muertas y otras 42 lesionadas.
A la par, la cifra registrada por la organización no gubernamental, Gun Violence Archive, de ataques con armas de fuego en el territorio norteamericano en lo que va de año es más de 250.
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