El joven cuentapropista santiaguero Roges Saldívar Laurenzo convirtió en discoteca un lugar que servía a los vecinos para lanzar basura. Tiempo después vio truncados sus sueños cuando la instalación fue intervenida por el Gobierno local.
El lugar ha devenido, otra vez, sitio para que los vecinos arrojen escombros y para solventar necesidades sexuales de todo tipo, también de criadero de cucarachas y ratones.
En el mismo casco histórico de la urbe, y a pocos metros de su calle más popular, Las Enramadas, se localiza la antigua discoteca El Bacosó, un sueño de Roges que le costó unos 400 mil pesos cubanos, cerca de 16 mil dólares.
Hoy la imagen que muestra es de total abandono: sacos con escombros, restos de construcciones, animales muertos, etc.
Los santiaguerosn se preguntan por qué el Gobierno cerró un proyecto privado, que le daba un valor útil a algo que era un vertedero, para volver a transformarlo en un lugar sucio.
Una vecina relata que al estar abierto el sitio, no solo se sirven las personas para arrojar basura y escombros, sino que también hacen sus necesidades fisiológicas quienes están por la zona y, además, es paraíso de aquellos que gustan masturbarse o tener sexo furtivo.
“Tú ves a veces a las parejas que están merodeando, caminando de un lado a otro, evaluando riesgos, etc., y de pronto entran y ya uno sabe en qué andan. Y eso pasa con parejas heterosexuales y también homosexuales, y a cualquier hora del día. Y esta es una comunidad donde hay niños, personas mayores”, comenta.
Muy cerca del lugar hay otros centros nocturnos pero del Estado. Está una discoteca justo al frente y a pocos metros La Pachanga.
Antes de ser cerrada por las autoridades locales, la discoteca El Bacosó le costó a Roges pedir un préstamo al banco de 90 mil pesos, que con los intereses ascendió a 115 mil.
En total fueron unos 400 mil pesos, deuda que tuvo que ser amortizada incluso con el local cerrado por el Gobierno, que incumplió el contrato que tenía el dueño de rentar el sitio por 10 años, según detalló su dueño a la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU).
Donde antes hubo música y fiesta, como se puede ver en un vídeo compartido en Facebooko, ahora solo queda un local vacío.
En la actualidad los vecinos desconocen si el Gobierno pretende hacer algo con el sitio, y no hay movimiento de tierra ni acciones constructivas que desmientan tal idea.
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