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Amnistía Internacional nombró el lunes a cinco nuevos presos de conciencia en Cuba, según informó la organización en un comunicado.
El reporte denuncia que la existencia de estos presos es un indicador claro de cómo el gobierno cubano vulnera los derechos a la libertad de expresión y reunión pacífica.
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"Por desgracia, sabemos que probablemente los cinco presos de conciencia que hemos adoptado hoy representan una mínima fracción de las personas que están entre rejas por expresar sus opiniones de manera pacífica. Dado que las autoridades cubanas siguen negando el acceso al país a observadores independientes de los derechos humanos, y que la maquinaria del Estado mantiene un profundo clima de temor, Amnistía Internacional encuentra grandes obstáculos para documentar este tipo de casos", aseguró Erika Guevara Rosas, directora de la institución para las Américas.
"El gobierno de Díaz-Canel debería centrarse en encontrar soluciones reales a los problemas de Cuba, como la escasez de alimentos y medicinas que indican las informaciones de los medios de comunicación. Pero, en lugar de hacerlo, sigue encarcelando a la gente por sus opiniones", lamentó.
Amnistía Internacional detalló que la lista de presos de conciencia incluye a integrantes de grupos políticos no reconocidos por el gobierno de Isla. Se trata de personas que están en prisión por delitos que "no se ajustan al derecho internacional" y que "se han utilizado durante décadas en Cuba para silenciar las voces críticas".
La organización también denunció que el "férreo control" que ejerce el Estado cubano sobre la abogacía y la judicatura, lo que pone muy difícil impugnar decisiones judiciales arbitrarias.
"Durante décadas, Cuba ha reprimido la libertad de expresión y reunión encarcelando a la gente por sus creencias y su oposición al gobierno. Los nombres de los presos y presas de conciencia de Cuba han ido cambiando con los años, pero las tácticas del Estado siguen siendo prácticamente las mismas", afirmó Guevara.
El pasado mes de junio, Cuban Prisioners Defenders (CPD) cifró en 134 los presos políticos en Cuba. En el informe que presentó indicó que además había miles que eran sometidos a condenas "predelictivas".
También habló de la expatriación forzosa como un nuevo método "para no aumentar los presos políticos" dentro del país.
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