Una las víctimas de la masacre ocurrida este sábado en un poblado de Texas es cubana y se encuentra en condición grave estable, reveló su esposo a Cibercuba.
Marian Boado Encinosa, de 27 años y natural de Boyeros, La Habana, recibió tres impactos de bala mientras conducía su vehículo por una céntrica calle en Odessa, Texas. Dentro del auto llevaba a su pequeño hijo de solo 10 meses de nacido.
“Le dispararon desde el lado derecho del vehículo, todos los impactos de bala fueron por ese lado”, dijo en exclusiva a CiberCuba su esposo, Hecguel Casana, natural de Santiago de Cuba. “Marian estaba de compras para una sesión de fotos que le tomaríamos a nuestro hijo este lunes, cuando cumple 11 meses”.
Hasta este momento las cifras del tiroteo ascienden a 7 muertos y 21 heridos, y uno de los fallecidos es un cubano llamado Rodolfo “Rudy” Arcos, quien residía en Odessa y era padre de dos hijos mayores de edad,
El pistolero, cuya identidad no ha sido revelada, ni siquiera se bajó del auto para dispararle a Marian, solo se detuvo unos segundos a su lado mientras esperaban la luz verde de un semáforo. Logró impactarla en el brazo, el pecho y el abdomen.
“Todo eso ocurrió mientras ella hablaba por teléfono conmigo”, nos cuenta su esposo. “Yo iba manejando, soy camionero en este país y trabajo como una bestia para sacar a mi familia adelante. Mi peor pesadilla es estar al teléfono con mi esposa y escuchar cómo la balean mientras conduce con nuestro bebé recién nacido en el auto”.
Marian acababa de salir de hacer compras. Todo indica que si el asesino no disparó también contra el bebé, fue porque no lo vio.
“Mi esposa conducía una camioneta GMC Yukon, son carros bien altos. El miserable que le disparó iba en un auto más bajo, la vio a ella, pero no logró ver detrás a mi bebé en su car seat. Por eso lo tengo vivo”, dijo Casana.
Entre las víctimas hay al menos tres agentes de policía y un bebé de 17 meses, según confirmó un hospital local a la cadena CNN. El pistolero fue abatido por las autoridades en el parqueo de un complejo multicines, luego de una breve persecución. Aún no ha trascendido su móvil para esta masacre.
“Esta es mi peor pesadilla”, confiesa Casana, quien pretende iniciar una campaña GoFundme en las próximas horas para solicitar ayuda de quienes se solidaricen con su caso. “Nos mudamos a Odessa para empezar desde abajo, como todo inmigrante, nuestros ahorros ahora mismo son casi nulos. Lo que me espera es un escenario que me quita el sueño: mi bebé recién nacido, mi esposa en condición crítica, y sin un sustento económico sólido para hacer frente a todo esto”.
En las próximas horas CiberCuba publicará cómo puede ayudarse a esta familia, enfrentada a la desgracia de cruzarse con un asesino en serie.
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