El corredor de la muerte es el nombre de la nueva serie de Movistar+ que une a la actriz cubana Laura de la Uz con el español Miguel Ángel Silvestre. La producción se estrenará el próximo viernes y está basada en el libro homónimo del periodista Nacho Carretero.
Bajo la dirección de Carlos Marqués-Marcet, la serie contará la historia real del español Pablo Ibar, que cumple cadena perpetua en una cárcel de Florida por un triple asesinato que asegura no cometió. Ibar, que incluso llegó a ser condenado a pena capital y pasó 16 años en el corredor de la muerte, ha estado luchando por demostrar su inocencia los últimos 25 años.
La serie comenzó a rodarse en febrero y presenta la historia en cuatro capítulos de 50 minutos de duración, basados en los cuatro juicios que ha tenido (1994, 2000, 2016 y 2019). La historia se centrará no solo en el cuarto de siglo que lleva Ibar intentando probar su inocencia, sino también en su familia, abogados y amigos, que lo han acompañado todo este tiempo y que no se han rendido.
Mientras Miguel Ángel Silvestre -conocido por serie como Sin tetas no hay paraíso, Velvet o Sense8- encarna a Pablo Ibar, Laura de la Uz dará vida a Cristina, su madre, que murió de cáncer mientras su hijo estaba preso y que desde su arresto en 1994, no volvió a verlo.
La serie tuvo su presentación oficial en el FesTVal este 4 de septiembre.
Pablo Ibar fue acusado de triple asesinato después de que el 27 de junio de 1994, un propietario de un club nocturno y dos bailarinas fueron acribillados a balazos. El asesinato fue grabado por una cámara de seguridad con imágenes borrosas en blanco y negro. Ibar fue detenido días después por otro incidente menor y un agente de policía aseguró que era la misma persona de la cámara; poco después también lo hizo un vecino.
Sin ninguna prueba concluyente, Ibar fue condenado a pena de muerte por triple asesinato. Durante 25 años, el español se ha declarado inocente y jamás se ha encontrado ninguna prueba concluyente que lo incrimine. Su esposa, que en el momento de su aprehensión tenía 16 años, se mantiene a su lado hasta hoy defendiendo incondicionalmente su inocencia, pues jura que Pablo dormía a su lado la noche en la que se produjeron los asesinatos.
En 2016, la pena de muerte fue anulada por el Tribunal Supremo de Florida y se concedió la repetición del juicio. Este año fue el último juicio de Ibar, y fue declarado culpable nuevamente, a pesar de que ni las huellas, pisadas o ADN encontrados en la casa coincidían con los de él. En julio pasado, el español pudo ver a su familia y abrazarlos por primera vez en tres años.
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