El periodista independiente cubano Guillermo del Sol Pérez, quien lleva ya 34 días recluido en su casa de Santa Clara en huelga de hambre, aseguró no tener intenciones de abandonar la lucha, a pesar de su delicado cuadro de salud.
“No sé qué planes tiene Raúl Castro conmigo pero yo asumo el reto, y voy a llegar hasta las últimas consecuencias, hasta que no haya más regulados en Cuba, o hasta que deje mi vida en el empeño”, declaró el opositor en una reciente entrevista concedida a Radio y Televisión Martí.
Del Sol ―de 53 años y miembro de la ilegal Iglesia Católica Antigua― comenzó su huelga, el pasado 13 de agosto, luego de que las autoridades migratorias impidieron a su hijo, Adrián Del Sol Alfonso, viajar a un evento en Trinidad y Tobago, porque estaba “regulado”.
El objetivo de la manifestación es exigir al régimen cubano que no prohíba salir del país a ciudadanos de la Isla, solo porque están en desacuerdo con la política estatal.
Según explicó al medio citado, el viernes fue examinado en su residencia por un médico, quien dijo ser un “enviado por las autoridades de salud pública”. El activista asegura sentirse muy decaído y que ya su cuerpo no es capaz de tolerar ni el agua que ingiere.
“No creo que me quede mucho hasta que pierda el conocimiento y me ingresen”, subrayó.
Adrián Del Sol publicó, por su parte, en Facebook, la pasada jornada, una actualización sobre el estado de salud de su padre. Según detalló, Guillermo cuenta en estos momentos con un peso corporal de casi 48 kilogramos y presenta dolor en los riñones.
“Este hombre le reclama al gobierno cubano que cumpla con la actual Constitución la cual viola completamente. Violando los derechos de todos los cubanos y los derechos universales”, denunció en la citada red social. “Parece mentira que tengamos que volver a los años de Hitler donde hubo miles de muertos”.
“Estas organizaciones, como la Unión Europea y la ONU, que velan por el bienestar de los pueblos en el mundo (...) Sepan estas organizaciones que en Cuba las personas reclaman por sus derechos”.
Desde el 2012 en Cuba existe la figura del “regulado”. Una categoría que, en principio, solo afectaba a determinadas figuras como: altos dirigentes, universitarios vinculados a programas estratégicos, funcionarios relacionados con actividades de primer orden y científico.
Sin embargo, en los últimos tiempos dicha medida se ha usado indiscriminadamente para bloquear la salida de activistas críticos con el Gobierno. La meta del régimen, al parecer, es que no se exponga la realidad de la vida política y civil en la Isla.
Este accionar a manos del Gobierno de La Habana entra en violación directa del Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual precisa que “toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”.
¿Qué opinas?
COMENTARArchivado en: