Un juez federal negó este miércoles la libertad bajo fianza al mecánico de American Airlines acusado de sabotear un avión en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) el pasado julio.
Según los fiscales federales, en el teléfono celular de Abdul-Majeed Marouf Ahmed Alani, de 60 años, fue descubierto un vídeo de propaganda del Estado Islámico, que muestra asesinatos gráficos.
Las autoridades precisaron que al menos uno de los vídeos fue descargado en el teléfono de Alani y enviado a otra persona, con un mensaje que pedía a Allah que "use todo su poder contra el Kafir (no creyente)".
Las autoridades descubrieron también en el teléfono un artículo de noviembre de 2018 que le habían enviado sobre uno de los accidentes del Boeing 737 Max 8, que describía que el avión tenía problemas con su sistema ADM (Módulo de Datos Aéreos, por sus siglas en inglés).
El juez Chris McAliley dijo que la evidencia presentada sugiere que Alani podría simpatizar con los terroristas, aunque medios de prensa precisan que el abogado defensor insistió en que su defendido no figura en ninguna lista de vigilancia del terrorismo.
“Tengo sobre mi mesa evidencia que sugiere que usted pudiera tener simpatía por terroristas”, le dijo el juez a Alani en la audiencia del miércoles.
Un compañero de trabajo también dijo a los funcionarios del gobierno que Alani había dicho una vez que su hermano era miembro del ISIS, y que viajó a Irak en marzo de este año para visitarlo. Sin embargo, el compañero de cuarto de Alani dijo a las autoridades que el viaje no era para visitar a su hermano, sino porque su hermano había sido secuestrado.
Los fiscales dijeron que las fotos en su teléfono de su viaje a Bagdad y Mosul lo muestran sonriendo y posando con familiares, y que no parecía estar angustiado por el secuestro de un familiar.
De momento se desconoce si el compañero de trabajo y el compañero de cuarto estaban hablando sobre el mismo hermano, pues los fiscales dijeron que Alani ―que nació en Irak pero es ciudadano estadounidense― tiene numerosos familiares en su país de origen.
Según la denuncia penal federal, Alani admitió haber saboteado un avión el pasado 17 de julio, con 150 viajeros a bordo y programado para volar de Miami a Nassau (Bahamas), porque estaba molesto por negociaciones sindicales que estaban estancadas.
Mientras el avión se preparaba para el despegue, la tripulación de vuelo notó un error en el sistema del módulo de datos aéreos (MDA) y el vuelo fue abortado.
José Ruiz, mariscal federal de alto rango de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), indicó en una declaración jurada que "una inspección adicional reveló que el ADM parecía haber sido obstruido deliberadamente con lo que parecía ser un material oscuro de tipo espuma de poliestireno".
Al revisar las imágenes de video de vigilancia se pudo ver a un hombre conduciendo junto al avión en una camioneta blanca, saliendo y accediendo al compartimiento donde se encuentra el ADM del avión. El hombre, más tarde identificado como Alani, pasó unos siete minutos manipulando el equipo antes de regresar a su camioneta y marcharse.
Cuando lo entrevistaron sobre el incidente, Alani admitió haber manipulado el ADM insertando un pedazo de espuma donde la línea se conecta al sistema, y luego usando superpegamento para mantener la espuma en su lugar.
Según la declaración jurada, Alani afirmó que su "intención no era causar daño a la aeronave ni a sus pasajeros", y que solo manipuló el avión para causar un retraso o cancelar el vuelo para poder trabajar horas extras.
El próximo viernes será la audiencia de instrucción de cargos en un tribunal de Miami. Si es declarado culpable, Alani podría enfrentar hasta 20 años en una prisión federal.
Un portavoz de American Airlines dijo en un comunicado que la aerolínea continúa cooperando con las autoridades federales en la investigación.
El incidente con el empleado Marouf Ahmed Alani ha lanzado interrogantes sobre la seguridad en el MIA. El pasado junio, un reportaje publicado por CiberCuba reveló que los servicios de inteligencia de Cuba han logrado apropiarse de información confidencial sobre el funcionamiento interno, los registros operativos de aerolíneas y el acceso a áreas restringidas en el aeropuerto.
Entre los focos de atención del espionaje cubano en la terminal aérea figura ABX Air, una de las principales compañías de carga en Estados Unidos y líder en el servicio de expreso aéreo a nivel internacional. En los documentos filtrados aparece un listado de empleados inscritos en un curso de superación técnica, entre ellos algunos mecánicos de profesión.
A raíz de las revelaciones del reportaje, la Comisión del condado Miami-Dade aprobó unánimemente una resolución que pide al alcalde Carlos Giménez iniciar una evaluación, con la mayor cooperación posible de agencias federales, estatales y locales, para determinar la vulnerabilidad del MIA a la penetración de agentes extranjeros.
La determinación de los comisionados de Miami-Dade de seguir tras la pista de acciones de espionaje que puedan subvertir o interrumpir las operaciones en el aeropuerto se produce a pesar de que el actual director del MIA, Lester Sola, dijo que los documentos publicados por CiberCuba no comprometían la seguridad de la terminal aérea, aunque confirmó que había compartido la información con las agencias federales de inteligencia.
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