Roberto de Jesús Quiñones, quien enfrenta un año de privación de libertad por el supuesto delito de “desacato y resistencia”, está siendo violentado por las autoridades carcelarias cubanas, según ha informado su hermana en la red social Facebook.
Tania Quiñones Haces denunció que al preso político no lo dejan hacer llamadas diarias como al resto de los reclusos, sino solo un día a la semana “por ser contrarrevolucionario”.
El pasado 24 de septiembre, además, Quiñones se perdió 1 de las 2 horas programadas para visita familiar porque lo trasladaron “más tarde a la sala de visitas y esa hora que se perdió, se perdió”, indicó Tania Quiñones.
“Mi familia sabe que este año no será fácil pero tengo que admitir que la falta de principios, ética e integridad y la abundancia infinita de arbitrariedades por parte de las autoridades en contra de mi hermano no dejan de sorprenderme pues no respetan códigos, leyes ni DERECHOS HUMANOS”, dijo.
Quiñones pasa su condena bajo un régimen de trabajo “correccional” en un centro penitenciario de Guantánamo.
Fue arrestado mientras cubría el juicio contra un matrimonio evangélico también encarcelado, por educar a sus hijos en casa, fuera del sistema educativo del régimen.
En entrevista reciente aseguró que él no había cometido ningún delito, que “la dictadura cubana ha puesto toda la maldad” en su caso.
El Gobierno de Estados Unidos, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, entre otras organizaciones y medios independientes han solicitado al régimen cubano que retire la condena contra Quiñones, sin que las autoridades ni siquiera hagan caso de apelaciones que ha interpuesto el periodista a lo largo del proceso.
La Asociación Pro Libertad de Prensa (APLP) denunció que durante el mes de agosto 13 periodistas independientes cubanos sufrieron agresiones de distinta clase, que incluyeron arrestos, amenazas, acoso telefónico, propuestas de colaboración con los órganos represivos y “visitas” a sus casas.
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