Este martes entró en vigor en Florida la ley que permite a los maestros portar armas en las escuelas, iniciativa que surgió tras la muerte de 14 estudiantes y tres maestros en un tiroteo en una secundaria en la ciudad de Parkland, en el condado de Broward, el 14 de febrero de 2018.
La disposición, aprobada el 1 de mayo de este año por el Congreso del estado, fue sancionada posteriormente por el gobernador Ron DeSantis, contemplaba en un inicio equipar solo al personal académico especializado o contratar guardias, pero luego se amplió a los profesores, siempre que estos hayan recibido entrenamiento adecuado y superado una evaluación psicológica.
Según el Departamento de Educación de Florida, actualmente 39 condados participan en el Programa Guardian Aaron Feis, nombre del entrenador de fútbol que protegió a los estudiantes en Parkland y fue asesinado.
Pero una encuesta realizada en septiembre a funcionarios del sector, arrojó que solo siete de los 67 escolares distritos escolares permiten o están evaluando acceder a que los docentes vayan armados a su trabajo, según The Wall Street Journal.
La normativa ha estado rodeada de polémica. Desde el inicio tuvo la oposición de muchos educadores, padres y estudiantes. Sin embargo, una comisión estatal creada tras la masacre de Parkland la recomendó, junto a otras medidas de seguridad.
Una de sus detractores es Tamara Shamburger, presidenta de la junta escolar del condado de Hillsborough, en Tampa, que votó de forma unánime en contra de la disposición.
“Los maestros tienen mucho que hacer. Su enfoque tiene que ser educar a sus hijos y no luchar contra los malos”, argumentó.
También Fedrick Ingram, presidente de la Asociación de Educación de Florida, el sindicato estatal de maestros, dijo que la política carga a los docentes con una enorme responsabilidad para la cual no tienen experiencia suficiente, además de que podrían generarse situaciones de peligro si algún alumno coge un arma de fuego sin vigilancia.
Su temor fue confirmado por un análisis del Giffords Law Center to Prevent Gun Violence, una organización de políticas de control de armas, que registró 74 incidentes de armas mal manejadas en escuelas estadounidenses en los últimos cinco años. Entre los sucesos, ocurrió uno de un maestro que disparó sin querer en clase durante una demostración de seguridad, y otro en el que a un profesor se le cayó el arma cargada de la cintura en el patio de recreo.
En junio Ron DeSantis aprobó una nueva ley para permitir a los paramédicos portar armas de fuego cuando respondan a situaciones de “alto riesgo”, como tiroteos, redadas de drogas y otras circunstancias similares.
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