El 4 de octubre los devotos de la religión yoruba festejan a Orummila, el dios africano que se sincretiza con San Francisco de Asís. Para los cubanos que confían en sus mensajes es un símbolo de sabiduría, de resolución y de paz.
Orunmila, Orula, el sabio adivino
Cuentan los yorubas que cuando Oludumare (Dios) construyó el universo, Orunmila fue el testigo que lo acompañó y observó en silencio, por eso conoce el destino de todas las cosas y de todos los seres vivos en este mundo.
Orula es un Orisha Mayor. Recibió de su hermano Changó un tablero mágico, construido con la madera de una ceiba y aprendió a interpretar el secreto de Ifá, el oráculo supremo mediante el cual se comunica con los seres terrenales.
Puede influir sobre el destino más adverso
Pero no a todas las personas les está concedida la dicha de entender su presencia. Los buenos babalawos pasan largos años de vida estudiando el cuerpo literario de Ifá, para aprender a interpretar los mensajes del oráculo.
Muchos cubanos han vivido alguna vez esa experiencia de comunicación mística que se establece con él y han encontrado la respuesta a un problema, la alerta de un peligro, el camino para una solución.
Orula, lo verde y lo amarillo
El Idè o Ildè, esa pulsera verde y amarilla que tantos cubanos lucen, no es una moda. Existen varios patakies que cuentan la historia de este atributo y aunque son diferentes coinciden en narrar la relación o el pacto entre Orula y la Muerte.
La historia habla de la vida, que se representa en el color verde de la planta que brota de la tierra; y de la muerte que se manifiesta en las hojas amarillas que caen cada día de ella. Es la representación de un ciclo en el que todos estamos conectados, aun siendo diferentes.
Conocer el destino no siempre sabe bien
Mucha gente quiere conocer su futuro y no entienden que es un peso terrible que no todos estamos preparados para cargar. Exige sabiduría, madurez y un alma pura, tanto para enfrentarlo en el mundo físico, como en el plano espiritual.
Saber cuáles son las dificultades futuras y cómo librarte de ellas es un secreto muy bien guardado. Acércate a Orula solo cuando tengas madurez para entender tu error, aceptar el reto futuro y aprender tu lección.
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