Un grupo de diez balseros cubanos desembarcaron en la mañana del miércoles por Key Colony Beach, en el área de la cayería central del Sur de Florida.
Según declaraciones de Adam Linhardt, portavoz de la Oficina del Sheriff del condado de Monroe -citadas por Florida Keys News- el desembarco de los balseros tuvo lugar poco después de las 8 de la mañana (hora local).
En principio se trataría de los primeros balseros que arriban a territorio norteamericano en el recién estrenado año fiscal 2020. Durante el período fiscal 2019, que terminó el pasado 30 de septiembre, más de 440 cubanos intentaron llegar de manera ilegal a las costas de Florida, una cifra superior a los 384 que trataron de hacerlo en 2018.
Los cubanos interceptados en viajes martítimos irregulares son devueltos automáticamente a las autoridades de la isla, a menos que puedan demostrar un caso de persecución política.
A pesar de la eliminación de la normativa de Pies Secos/Pies Mojados, en enero de 2017, los cubanos siguen intentando huir de la situación del país acudiendo a la emigración, y Estados Unidos sigue siendo un destino, aunque la cifra de balseros ha disminuido gradualmente en los últimos tres años.
En agosto, un grupo de seis balseros fueron interceptados cerca de Boca Raton. Paula Verden, suboficial de primera clase del centro de comando del sector de la Guardia Costera de Miami, recordó en esa ocasión que "las personas que intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos ponen en riesgo sus vidas y a sus seres queridos" y se exponen a un "escenario trágico".
“Las personas interceptadas en el mar que intenten inmigrar ilegalmente serán repatriadas a su país de acuerdo con la política de inmigración estadounidense existente”, sentenció Verden.
La Guardia Costera continúa esforzándose para evitar cualquier intento de ingreso ilegal a Estados Unidos por vía marítima. En junio, interceptaron a seis migrantes cubanos a 39 millas al este de Islamorada, y en julio interceptaron una embarcación rústica con cinco cubanos a bordo en las cercanías de Cayo Marathon.
A inicios de agosto fue intervenida una embarcación con 27 migrantes cubanos, 22 hombres, cuatro mujeres y un niño, a unas cinco millas al sur de Cayo Hueso.
A mediados de septiembre, la Guardia Costera de Estados Unidos interceptó a siete balseros cubanos a unas 20 millas.
A pesar del aumento de los controles fronterizos y de las reiteradas advertencias de las autoridades de que las personas capturadas no tendrán otro destino que la repatriación, la afluencia de inmigrantes cubanos por vía marítima se incrementó en el pasado año fiscal, concluido el 30 de septiembre.
La única solución para evitar una repatriación automática a Cuba es que el migrante interceptado demuestre miedo creíble de persecución, si solicita una entrevista con un oficial de inmigración en alta mar, y cada vez resulta más difícil obtener la validez de un caso en circunstancias similares.
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