LA PAZ, 20 oct (Reuters) - Los bolivianos votaban el domingo en unos comicios en los que el izquierdista Evo Morales llega con una estrecha ventaja frente a una oposición que amenaza con impedir su tercera reelección y reducir la participación del estado en la economía.
Morales se enfrenta a ocho partidos afines a una economía liberal, aunque su principal contrincante es el centroderechista Carlos Mesa, quien en el último año revitalizó a la oposición boliviana.
El mandatario izquierdista de 59 años ganó las elecciones en las que se presentó (2005, 2009 y 2014) con mayoría absoluta, pero ahora no lograría el 50 por ciento de los votos o la ventaja de 10 puntos sobre el escolta para evitar una segunda vuelta el 15 de diciembre.
Las encuestas también muestran que el oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) perdería la mayoría que tiene en la bicameral Asamblea Legislativa Plurinacional a partir de enero de 2020.
Morales ha venido perdiendo poco a poco su inmenso apoyo popular, ya que muchos bolivianos creen que ha forzado las leyes en su intento por ser reelegido una vez más y sus detractores le reprochan conductas autoritarias, corrupción, derroche de recursos públicos y un mayor endeudamiento del país.
Mesa, su principal contrincante y líder de la alianza Comunidad Ciudadana, prometió acabar con el despilfarro fiscal, el autoritarismo, la corrupción y la pobreza, y pasar de una economía de extracción de materias primas a otra diversificada.
Mesa acusó a Morales de llenar los tribunales e instituciones locales con simpatizantes y dijo que la autoridad electoral, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), se había convertido en "el brazo operativo del Gobierno".
"Eso, lamentablemente, nos hace dudar del resultado", dijo Mesa después de votar en La Paz. "Nosotros vamos a ganar esta elección y esperemos que se reconozca nuestro resultado, nuestro triunfo".
El TSE negó cualquier interferencia política en las elecciones. "Somos un ente independiente", dijo una portavoz de TSE.
POLARIZACIÓN
Bajo la gestión de Morales, Bolivia tuvo el mayor crecimiento de su historia y redujo la pobreza, pero el país decide el domingo si avala la nueva ambición presidencial de Morales o permite el regreso de la clase política que no pudo lidiar con las penurias económicas.
"Apoyo a Evo para estar con una economía estable, si no se dispara todo y habrá crisis, se elevará la canasta familiar. Eso no lo ve la gente joven porque no vivió la crisis antes", dijo a Reuters Elsa Lima, una comerciante de 55 años.
Con una fuerte polarización, se espera una reñida elección entre los dos principales candidatos y algunas encuestas proyectan que Mesa podría derrotar al mandatario indígena en una eventual segunda vuelta electoral.
"Mesa es la mejor propuesta ante tanta corrupción. Se requiere de gente capaz, estudiada para ocupar cargos. Con este Gobierno todo es a dedo. Basta de tanta ignorancia, porque los que perdemos somos el pueblo y nuestras futuras generaciones", señaló Judith Quisberth, una administradora de empresas de 39 años.
Más de siete millones de bolivianos están habilitados para votar y decidir si la izquierda se queda para gobernar cinco años más y completar dos décadas de forma continua al frente del país sudamericano.
Además del presidente, los bolivianos elegirán diputados y senadores. Las urnas permanecerán abiertas hasta las 16.00, hora local (20:00 GMT), y se esperan los primeros resultados del recuento provisorio tres horas después.
(Reporte de Danny Ramos. Reporte adicional de Eliana Raszewski, Editado por Nicolás Misculin/Gabriela Donoso)
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