El régimen cubano espera que la temporada alta del turismo en la Isla sea “todo un éxito”, de acuerdo con la agencia Prensa Latina. Este período se inicia en el presente mes y se extiende hasta abril de 2020, en momentos poco favorables para la economía de la Isla.
El contexto ciertamente no es favorable, pues el país atraviesa una crisis de abastecimiento etiquetada como “coyuntural” por las autoridades, y que afecta, entre otras cosas, el suministro de combustible. Además, la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) registró un declive respecto de los visitantes extranjeros al cierre de septiembre pasado, con índices menores a los reportados para los primeros nueve meses de 2018.
Por otro lado, el polo turístico de Varadero hasta agosto no había alcanzado el millón de turistas, un número superado con anterioridad en igual plazo. Sin embargo, el viceministro primero del Ministerio de Turismo (Mintur), Juan Carlos García, se mostró optimista al declarar que el crecimiento podía empezar a apreciarse en particular luego del 15 de noviembre de este año, al estar creadas todas las condiciones para una época de alza en alojamientos y demás actividades.
García hizo estas declaraciones en los salones de la 37 Feria Internacional de La Habana, que se desarrolla hasta el sábado en su habitual sede de Expocuba. Allí informó que el principal país proveedor de turismo al archipiélago continuaba siendo Canadá, que hasta ahora ya tiene reservados al menos 60 mil asientos en aerolíneas.
También reveló que el ministro de ese sector, Manuel Marrero, por estos días viajaba a China para promocionar a Cuba como destino en la nación asiática. Marrero había declarado recientemente que la Isla, a modo de aliciente, comenzaría a implementar el servicio de WiFi gratuita en sus instalaciones hoteleras.
“Desde hace varios años Cuba atiende a más de cuatro millones de visitantes, muchos de ellos repitentes, que aprecian la seguridad, las bellezas del país y la amabilidad de los lugareños. La isla cuenta con unas 70 mil habitaciones en poco más de 300 hoteles”, reseña Prensa Latina.
La Habana, una de las principales ciudades receptoras, celebrará este mes los 500 años de su fundación. En medio de la crisis, no se han limitado las construcciones de hoteles en la capital cubana. La compañía Kempinski, especializada en instalaciones de lujo, anunció que abriría otra propiedad en el codiciado edificio del antiguo hotel Bristol, donde el gobierno había alojado familias con dificultades de vivienda.
Trinidad, otro destino común, planea llegar al 2030 con 20.000 habitaciones para recibir turistas, mientras varias casas de cubanos sufren derrumbes o no cuentan con las condiciones mínimas.
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