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BOGOTÁ, 12 nov (Reuters) - El presidente de Colombia, Iván Duque, negó el martes estar impulsando ante el Congreso una reforma laboral y pensional como lo aseguran los promotores de un paro nacional convocado para el 21 de noviembre, pero advirtió que no permitirá actos de violencia durante la jornada de protesta.
El Gobierno colombiano teme que la protesta desemboque en actos de violencia y en disturbios como los que se registraron en las últimas semanas en ciudades latinoamericanas como Santiago de Chile y La Paz, en Bolivia, en medio de la agitación política que se ha registrado en esas naciones.
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"En Colombia entendemos que la protesta pacífica es un derecho, pero también dejamos claro todos que rechazamos la violencia y la incitación a la violencia, no queremos que el país sea incendiado con argumentos de odio", dijo Duque al término de una reunión con la Comisión de Concertación de Políticas Salariales y Laborales.
El fin de semana circularon por redes sociales mensajes de personas encapuchadas llamando al caos y a la destrucción de los sistemas de transporte público de ciudades capitales durante la jornada de protesta convocada por estudiantes, sectores de la izquierda y sindicatos que aseguran que Duque prepara un "paquetazo" de medidas contra los trabajadores y la clase media.
El mandatario desmintió estar promoviendo aumentar la edad de jubilación, los aportes de los trabajadores para acceder a la jubilación, una reducción del salario mínimo o autorizar a que los jóvenes reciban una remuneración por debajo de la estipulada por la ley, argumentos que exponen los promotores del paro nacional.
Duque dijo que su Gobierno respeta la protesta social, pero advirtió que "la defensa de la democracia implica el rechazo categórico a la violencia y a que se pueda proceder con todas las herramientas de la ley frente a cualquier acto de vandalismo o ante cualquier violación de los derechos de los demás".
Recientes marchas y concentraciones de estudiantes en ciudades como Bogotá terminaron en actos de vandalismo que incluyeron ataques a la Policía Nacional, destrucción de locales comerciales y sucursales bancarias, así como de estaciones del sistema de autobuses TransMilenio.
(Reporte de Luis Jaime Acosta)
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