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El gobernante Miguel Díaz-Canel ratificó el camino elegido por Cuba, según él, ante los cambios pedidos por Felipe VI hacia "un país plenamente democrático" como hizo España en 1978.
Según los medios de prensa españoles acreditados, no estaba prevista la intervención del sucesor de Raúl Castro, pero este respondió al Rey de España que “en este camino que por voluntad propia hemos elegido es importante contar con el acompañamiento de verdaderos amigos en el mundo y los españoles se encuentran entre ellos”.
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El Rey habló de derechos humanos, democracia y la necesidad de cambios decididos por el pueblo cubano y no impuestos. Su discurso recuerda al del expresidente estadounidense Barack Obama cuando visitó la capital en 2016.
El gobernante cubano, en cambio, dijo que "somos una sociedad que se renueva, evoluciona y avanza, preservando al mismo tiempo sus tradiciones y valores y defendiendo sus derechos. Nos guían principios claros de independencia y soberanía con la certeza de un camino dirigido hacia un mayor bienestar para nuestro pueblo".
Después de "renovar" su Constitución en 2019, las autoridades de Cuba apostaron por continuar con la "construcción del socialismo" y blindar al Partido Comunista, único en la Isla, como "la fuerza superior dirigente de la sociedad y el Estado", entre otras posturas que mantienen casi intacto el proyecto liderado por el fallecido dictador Fidel Castro.
El Jefe de Estado español incitó al gobernante cubano a ser parte de los necesarios cambios para un futuro "que tiene que dilucidar el propio pueblo cubano", en un discurso donde recorrió las relaciones entre ambos países y la historia en común por los 500 años de la fundación de La Habana.
El monarca dijo que "es necesaria la existencia de instituciones que representen a toda la realidad diversa y plural que existe de los ciudadanos; y que estos puedan expresar por sí mismos sus preferencias". En estos organismos, los cubanos deben encontrar respeto, entre otros derechos, a "la capacidad de expresar libremente sus ideas, la libertad de asociación o de reunión", agregó.
En este sentido, España puede acompañar a Cuba con la experiencia de su transición democrática en 1978, apuntó Felipe VI. En ese año los españoles comenzaron a superar la dictadura de Francisco Franco.
"España supo dotarse, en 1978, de una Constitución basada en el pacto, la negociación, e inspirada en el consenso y la reconciliación. Y al amparo de ese marco constitucional, refrendado por el pueblo español en el ejercicio de su soberanía, los españoles hemos vivido nuestros mejores años como un país plenamente democrático", afirmó.
España y la Unión Europea cambiaron su discurso hacia Cuba con respecto de Estados Unidos desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Entonces abogaron por el diálogo y la defensa de sus empresas en la Isla, mientras Trump acabó con el pragmatismo de Obama que llevó a pocas concesiones desde La Habana.
Díaz-Canel agradeció esa postura ante las sanciones de EEUU y la "fidelidad y compromiso" de las empresas españolas, muchas de las cuales están demandadas en tribunales de ese país por enriquecerse con propiedades confiscadas en Cuba en aplicación del Título III de la Ley Helms-Burton.
Sin embargo, esta postura es criticada por partidos políticos porque en las visitas de representantes europeos omiten la falta de derechos humanos en Cuba y apoyan el fin del embargo de EEUU y a las empresas presentes en la Isla.
Antes de la visita de los Reyes a La Habana, quienes este jueves viajarán a Santiago de Cuba, fue muy criticada que su agenda no incluyera reuniones con opositores al Gobierno, entre ellos varios cubanos con nacionalidad española.
Al momento de cerrar esta noticia, los medios estatales de la Isla todavía no se hacían ecos de las peticiones de cambio hacia una democracia en Cuba, hechas por el rey Felipe VI.
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