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Un grupo de jóvenes cubanos provenientes de diferentes provincias del país participaron en La Habana en la presentación del informe independiente “Una mirada desde la juventud cubana: educación, empleo y participación”.
El documento, resultado del trabajo de activistas pertenecientes a la Plataforma Social Centro Esperanza (CE), el movimiento Cuba Independiente y Democrática (CID), la Plataforma Social Juventud Activa Cuba Unida (JACU) y la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), contiene información sobre los retos y desafíos que enfrentan los jóvenes cubanos y en especial aquellos que forman parte de la disidencia.
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Según Kirenia Flores, miembro de JACU, con este informe se identifican los sectores en los cuales los jóvenes opositores se encuentran más afectados. Destacan, por tanto, la educación, el empleo y la participación juvenil en la sociedad.
El documento presentado en la capital cubana identifica a 21 jóvenes que han sido víctimas, de manera reiterada, de un total de 49 casos de vulneraciones a los derechos humanos entre el 2016 y el 2019.
Por su parte, Iván Torres, director ejecutivo de JACU, destacó que en la isla las libertades y los derechos de los jóvenes están limitados.
"Aquellos que intentan expresar sus opiniones, organizar reuniones o formar organizaciones que estén en contra de los objetivos del Estado socialista son sometidos a detenciones e interrogatorios, son restringidos en su libertad de movimiento y en ocasiones, se les despide de sus centros de estudio y empleos de manera arbitraria", subrayó.
Respecto a la educación se señala que aun cuando es un derecho amparado por la Constitución que todo cubano pueda acceder a ella, "se excluye a quienes no son oficialistas", mencionó Torres.
Se denunció cómo los opositores o hijos de estos no tienen el acceso a la educación de la misma manera que lo pudiera hacer alguien que se considera simpatizante con el régimen político imperante en la isla. Por otra parte se mencionó cómo los jóvenes universitarios, una vez concluidos los estudios académicos, son ubicados a trabajar en centros estatales en cumplimiento del servicio social obligatorio, "o de lo contrario pierden su título académico".
En el tema del empleo, aunque en la isla en los últimos años el sector privado ha ido alcanzando un protagonismo significativo, sigue siendo el Estado el principal empleador y controlador del mercado laboral del país. Los participantes en la presentación de este informe independiente pudieron conocer que no siempre los jóvenes tienen acceso a empleos que estén en correspondencia con los intereses, necesidades y demandas.
Al ser un sector controlado casi en su totalidad por el Estado, puede existir la posibilidad de "vulnerar derechos a los trabajadores a través de despidos arbitrarios y discriminatorios por razones políticas", se señala.
Por su parte, Arianna Ávila, activista de UNPACU, expresó que "si los jóvenes quieren hacer uso de sus derechos a asociarse o a crear organizaciones independientes de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), no serán reconocidas por el Estado", lo cual lleva posteriormente a la toma de medidas de represión por parte de las autoridades cubanas contra aquellos que sean considerados peligrosos para la seguridad del país.
Recientemente la Dama de Blanco más joven, Sissi Abascal, relató a medios de prensa norteamericanos cómo ella por ser opositora al Gobierno cubano, se ha visto impedida de acceder a una educación con la calidad necesaria.
“Estaba en la escuela, pero era como si fuera una persona no grata”, contó Sissi sobre el tiempo que dedicó a intentar terminar el doce grado en las noches.
Otros jóvenes cubanos han sido impedidos de participar de manera activa en la vida política y social del país. Les han impedido salir de la isla para participar en eventos y cursos internacionales, han sido interrogados e intimidados por agentes de la Seguridad del Estado e incluso han sido detenidos en reiteradas oportunidades luego de participar en manifestaciones.
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