El tardocastrismo yerra en su ofensiva para asesinar la reputación de José Daniel Ferrer García -vieja técnica del KGB- porque no consigue más que desnudarse ante el mundo y ante el propio pueblo cubano, que silente, ya no se traga las producciones Made in Villa Marista, la única escuela convertida en cuartel por la revolución.
Solo cuando La Habana supo que el Parlamento europeo iba a debatir una moción sobre el encarcelamiento de Ferrer García, reaccionó con su estilo habitual de denigración de opositores y, de paso, arremetió contra la eurodiputada que promovió la iniciativa en Bruselas. Según el argumentario del gobierno cubano, José Daniel es un delincuente financiado por la administración norteamericana, violento y totalitario.
Una pena. Ese hombre tan malo nació en 1970, cuando el castrismo llevaba once años en el poder y se educó en el sistema nacional de enseñanza que fue admiración del mundo, elemento de propaganda castrista y usado como derecho social en detrimento de libertades políticas y civiles. Sin duda, algo falló en el andamiaje cubano, cuando ha sido capaz de generar una criatura tan mala como Ferrer García.
¿Cómo es posible que teniendo tan amplia hoja delictiva, José Daniel Ferrer, que vive vigilado por cámaras oficiales en la puerta de su casa y dentro de instalaciones policiales, haya permanecido libre hasta el pasado 1 de octubre, pese a los incidentes violentos que cometió, según asegura el gobierno? ¿Cómo ha sido posible que la fiscalía de Santiago de Cuba no haya actuado de oficio ante el proceder violento y delincuencial del opositor cubano? ¿Los ciudadanos que aparecen en el vídeo criticando a Ferrer García han presentado la correspondiente denuncia en tribunales ordinarios; y en qué fase se encontrarían dichos procesos judiciales?
¿Dimitirán o serán destituidos el Delegado del Ministerio del Interior, el jefe de la Contrainteligencia, el jefe de la Policía Nacional Revolucionaria y el Fiscal Jefe de Santiago de Cuba por dejar desprotegidos a ciudadanos cubanos, incluido el entorno y la familia de José Daniel Ferrer?
¿Que fueron las incursiones armadas apoyadas por Cuba, y con participación de militares cubanos, en África y América Latina, sino injerencia en los asuntos internos de esos países? ¿Cómo calificaría el gobierno cubano que técnicos y especialistas extranjeros que colaboran con la isla, hicieran proselitismo político, como hicieron médicos cubanos en Venezuela, Brasil, Bolivia y Ecuador?
El dinero americano siempre es un comodín facilón para La Habana, que nunca ha revelado las fuentes de financiación del Movimiento 26 de julio; y que ha dolarizado la economía a marchas forzadas porque es un sistema improductivo y dependiente. ¿Qué peso tienen los supuestos 50 mil dólares recibidos por José Daniel Ferrer desde Estados Unidos, frente a los 6 mil millones de dólares que recibe la dictadura de la emigración cubana en Estados Unidos y el resto del mundo?
Tampoco faltarán acusaciones contra el opositor puesto de moda por La Habana sobre el manejo de los fondos que recibe del gobierno e instituciones norteamericanas. Lógicamente, deberá probarlas y, luego, meditar si resulta conveniente acusar a un adversario de apropiación indebida, cuando el acusador ha estado apropiándose del 75% del salario de médicos cubanos en misiones en el extranjero, durante años.
¿Por qué el vídeo de la factoría G-2 no recogió el desmentido de UNPACU a las acusaciones gubernamentales?¿Por qué no se incluyeron en el reportaje gubernamental los desmentidos y declaraciones de ex esposas del opositor, aclarando que nunca sufrieron maltratos? ¿No hay nadie en Cuba que tenga una opinión más equilibrada sobre ese hombre?
La campaña tardocastrista contra José Daniel Ferrer está viciada por viejas prácticas totalitarias y obedece a la combinación de tres factores: crisis de legitimidad política del gobierno; anemia crónica de las arcas cubanas, y temor de que el agravamiento de la crisis económica estructural desate una sublevación popular por el hartazgo por escasez de alimentos, malos servicios públicos y enfermedades.
La Unión Europea se ha desmarcado claramente de la política de Donald Trump hacia La Habana, pero ello no es un cheque en blanco para la dictadura que -como con el embullo Obama- desaprovechó la visita de los Reyes de España, la primera en la historia común.
Cuatro Caminos y otros conatos son avisos que el Palacio de la Revolución sigue sin leer adecuadamente e insiste una y otra vez en culpar a las víctimas del desastre empobrecedor y liberticida en que degeneró la revolución cubana, que jamás pudo ser independiente económicamente; es decir, tuvo el mismo handicap de José Daniel Ferrer García, que depende del dinero extranjero; siempre según la versión oficial.
Si los opositores al gobierno cubano son tan malas personas; ¿porqué no se les legaliza y se permite su participación en la política nacional, postularse a las elecciones del Poder Popular y tener acceso a los medios de comunicación que paga el partido comunista o dejar que creen los suyos con el dinero yanqui? Un pueblo con la cultura política del cubano jamás votaría a tan malos candidatos, teniendo la suerte de contar con hombres y mujeres tan puros y dignos como los continuadores de la Generación del Centenario.
El tardocastrismo; genio y figura, conserva intacta la incapacidad totalitaria de Fidel Castro de contribuir a fomentar la imagen pública de algunos de sus adversarios; arremetiendo contra ellos, como ya hiciera con Jorge Mas Canosa, Ricardo Bofill Pagés y Elizardo Sánchez Santacruz-Pacheco, entre otros.
En política, como en la vida, nada es blanco o negro; hay multitud de matices y sería deseable que el compañero Díaz-Canel ordenara dejar de seguir insultando la inteligencia con la zafiedad de vídeos maniqueos, que solo generan rechazo en Europa y entre muchos cubanos, expertos en leer al revés las consignas y orientaciones de quienes siguen sin conseguir generar libertad y riqueza.
¿Qué tendrá que ver todo este circo politiquero con una idea de socialismo próspero y sostenible?
Para este viaje a la nada, no hacían falta promesas de renovación; bastaba con decir 60 y más pa´lante; sabiendo que los esfuerzos baldíos conducen siempre a la derrota, que es una forma de ¡oh, melancolía!
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