Los fondos económicos de la hija del expresidente angoleño José Eduardo dos Santos, Isabel dos Santos, fueron congelados tras la decisión tomada por un tribunal de ese país ya que esta, junto a su esposo y el actual presidente del Consejo de Administración del Banco de Fomento de Angola, le debe al Estado más de mil millones de dólares.
La información, a la que tuvo acceso la agencia de noticias Angop, resalta que la deuda es resultado de varios negocios entre empresas del Estado angoleño y los acusados, quienes recibieron grandes cantidades de dinero a través de empresas en el extranjero, sin que se devolviera la parte acordada.
Isabel dos Santos, Sindika Dokolo y Mário Filipe Moreira Leite da Silva reconocen la existencia de la deuda, pero afirman no poder pagarla, destaca la agencia de noticias, que reveló también cómo la hija del exmandatario africano intentó vender su participación en UNITEL-SA (empresa de servicios de telecomunicaciones), así como transferir grandes cantidades de euros a Rusia desde Portugal.
También pudo probarse que una parte considerable de las divisas transferidas por el Estado fueron a parar a la firma De Grisogono Joalharia de Luxo, cuyos beneficiarios finales son los acusados.
Por tanto, el Tribunal angoleño ordenó la incautación preventiva de saldos existentes en cuentas bancarias en poder de los acusados y domiciliados en los bancos Internacional de Crédito (BIC), Fomento de Angola (BFA), Angoleño de Inversiones (BAI) y Económico (BE).
Igual orden fue emitida para las acciones de Isabel dos Santos en varias instituciones financieras y empresariales.
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