BAGDAD/WASHINGTON, 3 ene (Reuters) - Irán prometió el viernes vengar la muerte del general Qassem Soleimani, el comandante de las fuerzas Quds de élite y arquitecto de la creciente influencia militar de la república islámica en Oriente Medio, quien pereció en un ataque aéreo lanzado por Estados Unidos en Irak.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo horas después que la muerte de Soleimani buscó detener una guerra, no iniciar una, ya que el militar iraní planeaba ataques inminentes contra los estadounidenses.
Aseguró que no busca un "cambio de régimen" en Irán, pero advirtió que el uso de combatientes en Oriente Medio debe terminar.
"Soleimani estaba planeando ataques inminentes y siniestros contra diplomáticos estadounidenses y personal militar, pero lo atrapamos en el acto y acabamos con él", dijo Trump a periodistas en su resort de Mar-a-Lago.
"Anoche tomamos medidas para detener una guerra. No tomamos medidas para comenzarla", subrayó.
Soleimani, un general de 62 años que encabezaba el brazo de la Guardia Revolucionaria en el extranjero, era considerado como la segunda figura más prominente en Irán después del líder supremo, el ayatolá Ali Jamenei.
El ataque representa una dramática escalada en el enfrentamiento en Oriente Medio entre Irán, Estados Unidos y sus aliados, especialmente Israel y Arabia Saudita.
El principal comandante de las milicias de Irak, Abu Mahdi al-Muhandis, un colaborador de Soleimani, también murió en el ataque.
Irán mantiene un prolongado conflicto con Estados Unidos que se agudizó la semana pasada por un ataque a la embajada estadounidense en Irak por parte de milicianos apoyados por la república islámica, ocurrido tras un bombardeo de las fuerzas de Washington a la milicia Kataeb Hezbolá, fundada por Muhandis.
Tras el ataque, el primer ministro de Irak dijo que Washington había violado un acuerdo de mantener a las tropas estadounidenses fuera del país. Israel colocó a sus fuerzas militares bajo alerta máxima, mientras que Reino Unido y Francia expresaron su preocupación por el enfrentamiento.
En tanto, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió "máxima moderación", al igual que Arabia Saudita, el principal enemigo árabe de Irán.
Funcionarios estadounidenses, que hablaron bajo condición de anonimato, dijeron que Soleimani murió en un operativo con un dron. Las Guardias Revolucionarias de Irán dijeron que el ataque fue llevado a cabo por helicópteros estadounidenses.
El temor a una eventual interrupción de los suministros de petróleo procedentes de Oriente Medio elevó el precio del barril en más de 3 dólares el viernes.
Jamenei dijo que una "dura venganza" esperaba a los "criminales" que mataron a Soleimani. Su muerte, si bien amarga, duplicará la motivación de la resistencia contra Estados Unidos e Israel, indicó. En un comunicado divulgado por la televisión estatal, el líder supremo declaró tres días de duelo nacional en Irán.
"TERRORISMO INTERNACIONAL"
Soleimani lideraba las Fuerzas Quds, la unidad de operaciones en el exterior de las Guardias Revolucionarias, y tenía un rol clave en el conflicto en Siria e Irak. Por más de dos décadas estuvo al frente de los proyectos para aumentar la influencia militar de la república islámica en Oriente Medio, adquiriendo el estatus de celebridad en Irán y en el exterior.
El presidente Hassan Rouhani dijo que su muerte haría a Irán un país más determinado a resistir a Estados Unidos, mientras que el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, dijo que el asesinato fue un acto de "terrorismo internacional".
En Nueva York, funcionarios estadounidenses se pusieron en alerta ante posibles represalias iraníes, dijo el alcalde de la ciudad, mientras que en Beirut la embajada de Estados Unidos instó a los estadounidenses que viven en el Líbano a estar muy atentos.
En el centro de Teherán, cientos de iraníes marcharon hacia el complejo de Jamenei para presentar sus condolencias.
"No soy una persona que está a favor del régimen, pero me gustaba Soleimani. Era valiente y amaba Irán, lamento mucho su partida", dijo Mina Khosrozadeh, una residente de Teherán.
En la ciudad de origen de Soleimani, Kermán, las personas vistieron de negro para congregarse frente a la casa de su padre, llorando mientras escuchaban recitar versos del Corán.
"Los héroes nunca mueren. No puede ser verdad. Qassem Soleimani vivirá siempre", dijo Mohammad Reza Seraj, un profesor de escuela secundaria.
(Reportes de Ahmed Rasheed y Ahmed Aboulenein. Reportes adicionales de Idrees Ali, Susan Heavey, Lisa Lambert, Mary Milliken y Arshad Mohammed en Washington, Parisa Hafezi y Michael Georgy en Dubái, Maha El Dahan en Bagdad, Stephen Farrell en Jerusalén, Polina Ivanova en Moscú y Kanishka Singh en Bengaluru. Escrito por Samia Nakhoul, Frances Kerry y Dan Wallis. Editado en Español por Marion Giraldo y Rodrigo Charme)
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