El agua que llega a los residentes de San Isidro, uno de los barrios más pobres de la Habana Vieja, se encuentra completamente contaminada.
El artista Luis Manuel Otero denunció en redes sociales que la cisterna de su casa, la cual abastece a otras dos familias más donde hay niños "tiene un color y olor raros".
"Los beneficiarios de esta cisterna, que se alimenta con agua bombeada del acueducto estatal y dirigido por Aguas de La Habana, pensábamos que la causa era falta de limpieza", dijo Otero.
No obstante, a pesar de la limpieza que propinaron los vecinos, el mal olor y la coloración del agua siguen en las mismas condiciones.
"¡El agua llega contaminada a las casa del barrio San Isidro! Agua que tomamos, con la que nos bañamos y cocinamos todos los días", denunció el artista.
También relató que hoy se llegó al barrio un funcionario de Aguas de La Habana, y "con un discurso oficialista y burocrático, se comprometió en informar y gestionar este problema en la empresa para solucionar el problema con inmediatez. Aún estamos a la espera".
Por su parte, la curadora de arte Claudia Genlui Hidalgo también denunció la situación: "¿Cómo sobrevive un barrio a la contaminación del agua potable (de manera crítica) por más de una semana? ¿cómo se soluciona este problema? Esto debe ser una preoridad del Gobierno, solucionarse en un período menor a las 72 horas".
Situaciones como estas han tenido lugar a lo ancho y largo de la Isla, sin que las autoridades tomen las medidas preventivas debidas para evitar la contaminación de un líquido tan necesario como el agua.
A mitad del pasado año, las autoridades sanitarias de Villa Clara reportaron más de un centenar de enfermos en la provincia debido a seis brotes de intoxicación asociados fundamentalmente al servicio de agua potable en la ciudad capital.
En esa misma provincia, en el reparto Santa Catalina, se reportó que unos 12 edificios vivieron un verdadero tormento pues las instalaciones hidráulicas de los apartamentos reciben aguas albañales.
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