José González, el padre de la joven de 22 años fallecida de un disparo en la I-95, ha dicho que aunque su hija no haya sido el blanco de los disparos, igual lo considera un asesinato.
En declaraciones a América Noticias, González -que ha recibido una visa humanitaria hasta abril- precisó que no puede definirse lo sucedido como “una bala perdida”; “siempre hay un culpable”, añadió, y pide justicia para Melissa.
"Es una pérdida irreparable, esto no tiene cómo repararse”, concluyó.
Las autoridades de momento no cuentan con una descripción de los sospechosos del fatal incidente, aunque la policía sí tiene una foto del vehículo que pudiera ser el origen de los disparos.
Mientras tanto, se ha dado a conocer que los servicios fúnebres por la joven fallecida tendrán lugar este jueves 16 de enero en la Funeraria San José, de Hialeah, y el viernes será enterrada.
José González, el padre de la joven baleada, arribó a Estados Unidos gracias a una visa humanitaria que fue gestionada por la oficina del senador cubanoamericano, Marco Rubio.
“Es un momento muy duro, primera vez que vengo a América y nunca pensé venir de esta forma. He hecho el esfuerzo dentro de mi dolor”, dijo González al llegar procedente de Cuba.
La joven manejaba un sedán plateado junto a su novio, de 26 años, quien aseguró que el disparo se realizó desde un vehículo de color oscuro. Al percatarse de que había sido herida, se las arregló para conseguir bajarse del carro y desde el arcén de la carretera llamar al servicio de emergencias.
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