La Marcha de las Antorchas en La Habana estuvo marcada por la mención solapada de las acciones del grupo opositor anónimo Clandestinos.
"Las calles seguirán siendo de los revolucionarios", dijo José Alejandro Fernández, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) este lunes en la escalinata de la Universidad de La Habana.
Según el líder de esa asociación controlada por el Gobierno de Cuba, Martí solo "pertenece a los cubanos dignos y a todos los que en el mundo están del lado de la justicia y la razón", apunta el periódico oficialista Juventud Rebelde sin mencionar a Clandestinos, a quienes sí calificó de "vulgares delincuentes al servicio de los enemigos de Cuba".
Por su parte, el rotativo Tribuna de La Habana apuntó que fue "un acto de desagravio del pueblo cubano a Martí", por los "hechos vandálicos contra bustos del Apóstol en La Habana". Granma, órgano del único partido permitido en Cuba, el PCC, fue más allá y expresó que "bañar con sangre su imagen fue un intento patético de la derecha anticubana para lograr, a través del odio, un cambio de rumbo político".
El gobernante Miguel Díaz-Canel convocó en Twitter a esa marcha, precisamente para "condenar" los actos de Clandestinos. De lo medios estatales consultados, solo Cubadebate no hizo ninguna mención a ese grupo opositor.
Desde el 1 de enero amanecieron en la capital de Cuba bustos de José Martí pintados de rojo y luego las acciones se extendieron a imágenes del fallecido dictador Fidel Castro.
Los medios estatales presentaron una semana después la captura de presuntos miembros de Clandestinos, algo que ese grupo desconoció en redes sociales.
Hace unos días emitieron en el NTV "una información ampliada" con los supuestos miembros de Clandestinos, quienes acusaron a la activista Ana Olema y a su marido de financiarlos desde Miami. Olema desmintió también esa información.
Los actos de Clandestinos se extendieron a Camagüey y a Santiago de Cuba, donde apresaron a una tercera persona, pero el régimen achaca los ocurridos en La Habana a los ciudadanos detenidos.
En esta Marcha de las Antorchas, que se hace tras varios actos de repudio a Clandestinos donde incluso utilizaron niños, estuvieron presentes los máximos dirigentes cubanos: el primer secretario del PCC, Raúl Castro; su sucesor Díaz-Canel, el primer ministro Manuel Marrero y otros.
El actual dirigente de la FEU agregó uno de los habituales eslóganes en los 60 años del proyecto castrocomunista. "Nadie nos arrebatará la Revolución", señaló.
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