El escalafón llega hoy al cuarto puesto, luego de transitar por Adolfo Luque (100), Camilo Pascual (90), Mike Cuéllar (80), Aroldis Chapman (70), Tany Pérez (60) y Orestes Miñoso (50).
Luis Tiant (1940)
La Habana, 6’0”, 180 lbs
Una vez escribí lo siguiente:
“Simpático como ninguno, el Tiante fue uno de los jugadores más venerados en cualquier época por la fanaticada de los Medias Rojas (‘Luu-Iii, Luu-Iii’, coreaba Fenway Park), y en 19 temporadas fijó unos formidables números que voy a resumir en 229 triunfos ante 172 reveses, efectividad de 3.30, casi 3.500 innings de labor y cerca de 2.500 ponches. Tres veces asistió al Juego de Estrellas, en dos ocasiones se graduó como líder en promedio de limpias, y en cuatro oportunidades arribó o rebasó la barrera de los veinte éxitos en un curso ligamayorista. Al máximo nivel de la pelota, no ha habido lanzador cubano que se le pueda equiparar en rendimiento. Ni Luque, ni Camilo Pascual, ni Miguel Cuéllar. Ninguno”.
Tres veces asistió al Juego de Estrellas. En dos ocasiones lideró el promedio de carreras limpias. Fue un lanzador de época con números válidos para un Hall de la Fama que le ha sido persistentemente esquivo, al cual llegará un día para bien de la justicia beisbolera.
Reggie Jackson, aquel monstruo feroz, afirmó que “Luis Tiant es el Fred Astaire del béisbol”, haciendo referencia a sus singulares movimientos de la hora de lanzar. Sin embargo, el elogio mayor le llegó de boca del manager de Boston a mediados de los años setenta, Darrel Johnson: “Si me pusieran una pistola en la cabeza y me dijeran que dispararán si pierdo un juego, enviaría a Tiant a la lomita”, aseguró.
Después de esta defensa no queda nada que agregar. Eso, seguro.
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