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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, utilizó la violación y el asesinato de una señora de 92 años a manos de un inmigrante guyanés indocumentado para delinear el progreso de su gobierno en la construcción del muro fronterizo con México.
Durante un encuentro con miembros de la Patrulla Fronteriza el mandatario invitó a Daria Ortiz, quien agradeció entre lágrimas a la actual administración "por reconocer la tragedia de nuestra familia” tras contar la tragedia que vivió su familia, contó el canal de televisión Telemundo.
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“Mi abuela era muy generosa y educada: fue una mujer que dedicó su tiempo a cuidar de los demás… es un ejemplo brillante de cuando la gente viene legalmente a este país, trabaja duro y hace lo correcto, y son ciudadanos que obedecen las leyes”, dijo la joven.
En su intervención Ortiz aseguró que si no existiesen "ciudades santuarios" su abuela seguiría con vida, por tanto instó a las autoridades para que adopten “medidas preventivas” y ninguna otra familia sufra la pérdida de un ser querido.
La ocasión fue propicia para que Trump acusara a los estados bajo control demócrata de obstaculizar el combate a la inmigración ilegal. California y Nueva York, a juicio de del presidente, son ciudades que alientan la inmigración ilegal al otorgar servicios públicos gratuitos a expensas de los contribuyentes.
El mandatario señaló también que los cruces ilegales en la frontera sur han bajado en más de un 75% desde la primavera de 2019, y durante ocho meses consecutivos.
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